Andrés Calamaro reinaugura hoy el Palacio de los Deportes

Jueves 10 de Abril de 2025, 08:01

El Salmón se presentará esta noche en el reacondicionado espacio del parque 9 de Julio, que Charly García habitó tres veces



Hay un gigante de hormigón que se despereza en el parque 9 de Julio para una visita de lujo. El Palacio de los Deportes espera esta noche la llegada de Andrés Calamaro para revivir sus viejas galas donde sonaba el rock nacional a toda furia, con cambios y mejoras que harán que las 5.000 personas que asistirán (las localidades están agotadas) puedan disfrutar tanto de la música como de sus instalaciones sin problemas.

El espacio estará habilitado desde las 20, y el show de El Salmón comenzará 90 minutos más tarde; se anuncia que será puntual, como acostumbra el artista, y que durará cerca de dos horas para hacer un repaso íntegro de su extensa y prolífica carrera, con un paso detallado y especial por “Honestidad brutal”, el álbum doble que en una semana cumplirá 26 años. Pero la celebración abarcará mucho más para el placer de sus fans locales, en particular de Los Rodríguez y de su etapa solista.

Los trabajos de jerarquización del Palacio de los Deportes estuvieron a cargo de la Municipalidad de la capital, con la idea de que el predio vuelva a albergar grandes recitales, como fue en el pasado, pero ya de forma continuada y constante y como principal objetivo, ya que la intendenta, Rossana Chahla, avisó que “las actividades deportivas que antes se realizaban aquí serán trasladadas al Complejo Ledesma, de avenida Sarmiento y 25 de Mayo”.

“Queremos que los tucumanos puedan disfrutar de grandes espectáculos sin tener que salir de la provincia. Estamos convencidos de que el Palacio de los Deportes va a volver a brillar. Queremos que se convierta en un centro de atracción artística durante todo el año, un espacio que esté vivo y activo, al servicio de la cultura y el entretenimiento”, sostuvo Chahla, y el primer paso para cumplir ese deseo se dará esta noche.

Si se cumple ese propósito, se podrá transformar en un lugar privilegiado para la música, volviendo a lo que fue en su inicio como centro de atracción masiva del público.

De los grandes artistas nacionales, Charly García fue quien más lo habitó: su primer show fue en enero de 1977, con La Máquina de Hacer Pájaros (junto a Oscar Moro, José Luis Fernández y Gustavo Bazterrica), cuando aún no había pasado un año de su inauguración; volvió en abril de 1983 para presentar el disco “Yendo de la cama al living”, nada menos que con Los Abuelos de la Nada como teloneros, en cuya formación estaba ya Calamaro; y, por última vez (en ese escenario), en diciembre de 2003. Los memoriosos recuerdan haber visto allí a Raúl Porchetto, Litto Nebbia, Juan Carlos Baglietto, Piero y muchos más -incluyendo la abundante presencia de bandas tucumanas, mayomente del rock- de los que el tiempo no dejó registro.

ANTE UNA MULTITUD. En un espacio colmado, Charly García actuó el 22 de abril de 1983; como teloneros se presentaron Los Abuelos de la Nada.

Luego llegó el apagón y el olvido. Varios intentos de remodelarlo y reactivarlo fueron quedando en el vacío, e incluso anuncios fallidos, como la levantada presentación que se había anunciado de Julio Bocca para julio de 2007 o la idea frustrada de que cante allí Joan Manuel Serrat en 2009.

En la gestión municipal de Germán Alfaro comenzaron los trabajos de recuperación (en ese tiempo ya se lo reinauguró oficialmente para el Día de la Ciudad de septiembre de 2023, con una ceremonia y los recitales de Yesterday y la Banda XXI), tareas que el año pasado se potenciaron para completar ahora.

La historia del Palacio de Deportes se remonta a casi medio siglo atrás cuando se inauguró en 1977, durante la intervención militar encabezada por Antonio Domingo Bussi, pero su germen se remonta a 1962, cuando empezó su edificación. La idea original del arquitecto Enrique Eduardo Gallardo Vázquez sufrió tantas modificaciones que desconoció el resultado. “Fui el padre de esa obra. Desde el comienzo, mi proyecto no fue respetado fielmente sino manoseado y maltratado por gente que no conocía absolutamente nada de diseño y mucho menos de construcción”, le dijo el profesional al desaparecido diario La Tarde en abril de 1989, cuando se hablaba de uno de los tantos intentos de rehabilitarlo.

Durante sus décadas de existencia atravesó tanto el esplendor como el ostracismo: fue sede de actividades deportivas, sociales, religiosas y políticas; espectáculos y eventos varios y hasta locación para una escena del premiado filme tucumano “El motoarrebatador”; y asimismo sufrió abandono, cierres y deterioros. /La Gaceta