Calamaro hizo vibrar al Palacio de los Deportes en la reinauguración

Viernes 11 de Abril de 2025, 07:54

Las 5.000 personas que llenaron el estadio vibraron con cada acorde, en una noche cargada de talento.



A las 21:30, Andrés Calamaro dio inicio a su concierto en el Palacio de los Deportes de Tucumán, marcando la reinauguración de este emblemático recinto. El evento, que atrajo a unas 5.000 personas, llenó el estadio de entusiasmo y nostalgia, con un público que vibró desde el comienzo del espectáculo.

El show comenzó puntualmente, como estaba programado, y Calamaro fue recibido con una ovación masiva. El repertorio abrió con clásicos como "Flaca", "Crímenes perfectos" y "Estadio Azteca", que encendieron a la audiencia desde los primeros acordes. El concierto, que se extendió por aproximadamente dos horas, ofreció un recorrido por los grandes éxitos de la extensa carrera del artista.

Desde las 20:00, los asistentes comenzaron a ingresar al Palacio de los Deportes, ubicado en el parque 9 de Julio. El acceso fue organizado, sin demoras significativas, y el ambiente previo al concierto fue festivo, con puestos de comida, merchandising y la presencia de familias provenientes de distintos puntos de la provincia. La alta demanda para el evento quedó reflejada en la rápida venta de entradas, que se agotaron días antes del concierto.

Analía Karen Arrieta, una seguidora del artista desde 1997, compartió su emoción por el regreso de Calamaro a Tucumán: “Lo vi por primera vez cuando estaba en el secundario, con el disco de Flaca. Soy fan desde la época de Los Rodríguez. Este concierto me emociona mucho, aunque creo que el lugar podría ser más grande para alguien de su trayectoria”. Arrieta también destacó la dificultad para conseguir entradas, ya que intentó adquirir una adicional para su hermano sin éxito debido a la alta demanda.

La noche, con una temperatura agradable y sin lluvias, acompañó el desarrollo del evento. El Palacio de los Deportes, renovado para esta ocasión, se consolidó como escenario de un espectáculo que combinó rock, nostalgia y una conexión especial entre Calamaro y sus seguidores, reafirmando su relevancia en la escena musical.