Sábado 26 de Abril de 2025, 19:45
El
rey Felipe VI de España y la reina Letizia asistieron este sábado a la
basílica de San Pedro en Roma para despedir al papa Francisco. Aunque la ceremonia reunió a numerosas figuras políticas y miembros de casas reales europeas,
fue Letizia quien captó la atención de la prensa internacional gracias a la
elección de su vestimenta.
Fiel al protocolo que exige este tipo de actos solemnes, la reina optó por un vestido negro de largo midi y diseño atemporal, complementado con un discreto bolso del mismo tono, firmado por Carolina Herrera.
En cuanto a los accesorios, Letizia lució zapatos cerrados y joyería sobria de perlas, salvo por un detalle que no pasó desapercibido: el broche "La Peregrina". Esta pieza histórica, elaborada en oro con pequeños diamantes incrustados, sostiene una icónica perla en forma de lágrima.
La Reina Letizia atendió el protocolo de vestimenta del Vaticano, pero
hubo detalles que llamaron la atención de los expertos en estilismo.
Los “errores” casi imperceptibles en el estilismo de la Reina LetiziaLa prensa española, siempre atenta a cada gesto de la consorte, no tardó en señalar un detalle que generó cierto malestar durante la transmisión de los actos fúnebres. La reina Letizia optó por llevar una mantilla negra de encaje, en lugar de la tradicional peineta española, un accesorio reservado exclusivamente para las consortes del país ibérico.
Desde su entronización en 2014, Letizia ha mostrado una clara resistencia a utilizar la peineta, simplemente porque no es de su agrado. Esta postura suele incomodar a los sectores más conservadores de la aristocracia española, que no dudan en comparar su actitud con la de la reina emérita Sofía, quien, pese a ser de origen griego, adoptó con naturalidad las tradiciones españolas durante su largo reinado.
La reina emérita Sofía y la Reina Letizia con gustos y opiniones diferentes con respecto al uso de la tradicional peineta española. Para más inri, es históricamente conocido que la experiodista no realiza la señal de la cruz en ningún acto eclesiástico, a diferencia del rey Felipe, sus hijas, las princesas Leonor y Sofía y el resto de la familia real. No se descarta que la prensa que cubre la fuente monárquica esté atenta a sus movimientos para determinar si al menos por esta ocasión excepcional, la reina se persigne como gesto silencioso de fe y respeto.
Pero el gesto público que enardeció a varios internautas en redes como X (Twitter) fue el que protagonizó la reina e incluso el mismísimo Felipe: ambos usaron lentes de sol durante la ceremonia y debieron quitárselos varias veces, para saludar a otros asistentes.
No obstante, aunque algunos calificaron el uso de la mantilla como un grave error y “una falta de respeto absoluta”, más tarde se aclaró que el protocolo de la Santa Sede no prohíbe este accesorio. De hecho, su utilización está permitida y puede resultar especialmente útil en ceremonias al aire libre, ayudando a protegerse de la luz solar que podría incomodar la vista.