Tras un emotivo y multitudinario funeral, Francisco fue enterrado en su basílica favorita de Roma

Sábado 26 de Abril de 2025, 13:04

El cardenal Giovanni Battista Re presidió la homilía y repasó el pontificado de Bergoglio frente a unos 50 líderes mundiales; unas 400.000 personas participaron de los eventos



El mundo despidió este sábado al papa Francisco con una ceremonia histórica en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, en la que participaron más de 400.000 personas, incluidos jefes de Estado, líderes religiosos y fieles de todo el planeta. Simultáneamente, en Buenos Aires, miles de personas también homenajearon al primer papa argentino con una emotiva misa en la Catedral Metropolitana.

Una Roma colapsada para un adiós histórico

Roma, “caput mundi”, fue escenario de una jornada sin precedentes. Con la ciudad colapsada y bajo un gigantesco operativo de seguridad —que incluyó 11.000 agentes desplegados—, alrededor de 250.000 personas colmaron la Plaza de San Pedro para asistir al funeral, mientras otras 150.000 acompañaron el recorrido del papamóvil que trasladó el féretro hasta la Basílica de Santa María la Mayor.

Pese a sus deseos de una ceremonia sencilla, el funeral de Francisco mantuvo toda la solemnidad propia de un papa: el féretro fue colocado frente a la basílica con el Evangelio abierto sobre él, mientras los coros de la Capilla Sixtina acompañaban la misa en latín, con lecturas en varios idiomas, reflejando el espíritu universal de la Iglesia.

La ceremonia fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, quien destacó la vida de Francisco como la de “un papa en medio de la gente”, recordando su cercanía con los más pobres, su estilo pastoral sencillo y su incansable promoción del diálogo. “A pesar de su fragilidad en los últimos días, siguió recorriendo el camino de entrega hasta el final”, afirmó.

La imagen del pasado domingo de Pascua, donde Francisco, pese a su delicado estado de salud, impartió su última bendición desde el balcón de la basílica y recorrió la plaza en el papamóvil descubierto, quedó grabada en la memoria colectiva como su despedida pública.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, junto a líderes como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, asisten al funeral del difunto papa Francisco ></p>
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Entre los presentes, se encontraban líderes como Donald Trump, Volodimir Zelensky, Emmanuel Macron, los reyes de España y el presidente argentino Javier Milei, quien tuvo un lugar destacado por representar al país natal del pontífice.

Un hecho inesperado marcó también la jornada: un encuentro entre Trump y Zelensky dentro de la Basílica de San Pedro, donde se los vio conversar de manera distendida, en lo que muchos interpretaron como un “último milagro” del papa Francisco, gran defensor de la cultura del diálogo.



El libro de los Evangelios reposa sobre el ataúd del difunto papa Francisco durante el funeral en la Plaza de San Pedro ></div><br>La ceremonia fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, quien destacó la vida de Francisco como la de “un papa en medio de la gente”, recordando su cercanía con los más pobres, su estilo pastoral sencillo y su incansable promoción del diálogo. “A pesar de su fragilidad en los últimos días, siguió recorriendo el camino de entrega hasta el final”, afirmó.<br><br>La imagen del pasado domingo de Pascua, donde Francisco, pese a su delicado estado de salud, impartió su última bendición desde el balcón de la basílica y recorrió la plaza en el papamóvil descubierto, quedó grabada en la memoria colectiva como su despedida pública.<br><br><div>Entre los presentes, se encontraban líderes como Donald Trump, Volodimir Zelensky, Emmanuel Macron, los reyes de España y el presidente argentino Javier Milei, quien tuvo un lugar destacado por representar al país natal del pontífice.</div><div><br></div><div><img class=

Un hecho inesperado marcó también la jornada: un encuentro entre Trump y Zelensky dentro de la Basílica de San Pedro, donde se los vio conversar de manera distendida, en lo que muchos interpretaron como un “último milagro” del papa Francisco, gran defensor de la cultura del diálogo.

Homenajes en Buenos Aires: "Lloramos porque se murió el padre de todos"

En Buenos Aires, la Catedral Metropolitana también se convirtió en epicentro de las muestras de cariño y dolor por la partida de Francisco. El arzobispo porteño, Jorge García Cuerva, encabezó una emotiva misa a la que asistieron dirigentes de todo el arco político argentino, como Victoria Villarruel, Axel Kicillof, Jorge Macri y Diego Santilli, entre otros.

Durante su homilía, García Cuerva expresó: "Lloramos porque sentimos la ausencia física del padre de todos. Lloramos porque no queremos que la muerte gane. Lloramos porque ya extrañamos su liderazgo mundial".

"Nos sentimos huérfanos", continuó el arzobispo, visiblemente emocionado, ante una Catedral colmada de fieles que, al terminar la ceremonia, realizaron un abrazo simbólico a la Plaza de Mayo.

Muchos de los participantes luego peregrinaron a lugares icónicos relacionados con la vida de Bergoglio en la ciudad, como el barrio de Flores, donde nació, y la parroquia San José de Flores, donde recibió su llamado vocacional.

Un legado imborrable

Francisco, elegido papa el 13 de marzo de 2013, rompió moldes con su estilo pastoral sencillo, cercano y reformista. Inspirado en san Francisco de Asís, promovió una Iglesia abierta, humilde y comprometida con los pobres, enfrentó sin miedo los desafíos internos del Vaticano, denunció las injusticias globales y tendió puentes en un mundo cada vez más polarizado.

La masiva manifestación de cariño y gratitud en Roma y en su querida Buenos Aires confirma la huella profunda que dejó su pontificado en la historia de la Iglesia y del mundo.

Su último adiós fue, como él mismo soñó, un testimonio de fe, humildad y amor. /La Nación