En la foto que difundió en sus redes Truth Social e Instagram, se lo ve con actitud solemne, sentado en un sillón, luciendo una sotana blanca, mitra, cruz dorada y señalando hacia el cielo con el dedo índice derecho. La imagen no fue acompañada por ningún texto.
La reacción no tardó en llegar, y la Casa Blanca amplificó el impacto al compartir también la imagen. El gesto fue interpretado por muchos como una provocación.
En su última aparición pública, el papa Francisco había criticado abiertamente las políticas migratorias del gobierno de Trump, señalando que “empieza mal y acabará mal” y denunciando “el desprecio hacia los migrantes” en un mensaje con alto contenido simbólico.
Durante una conferencia de prensa, Trump matizó su afirmación inicial diciendo: “Debo decir que tenemos un cardenal que resulta ser de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno, así que veremos qué pasa”. Hacía referencia al cardenal Timothy Dolan, aunque los expertos señalan que no es uno de los candidatos fuertes para suceder a Francisco. El único estadounidense que figura en las listas es el cardenal Joseph Tobin, de Newark, Nueva Jersey. Cabe destacar que nunca hubo un papa estadounidense.
La publicación generó críticas tanto dentro como fuera de EE.UU. Matteo Renzi, ex primer ministro italiano y actual senador, escribió: “Se trata de una imagen que ofende a los creyentes, insulta a las instituciones y demuestra que al líder de la derecha mundial le gusta hacer el payaso”. Y añadió: “Mientras tanto, la economía estadounidense está en riesgo de recesión y el dólar está perdiendo valor. Los soberanistas causan daños en todas partes”.