Martes 06 de Mayo de 2025, 09:45
Dos hermanos fueron condenados en Tucumán por estafar a jubilados haciéndose pasar por enfermeros del PAMI. La justicia dictó sentencia contra Diego Córdoba, condenándolo a seis años y diez meses de prisión efectiva, por estafar a adultos mayores. Su hermano, Federico Córdoba, fue absuelto en dos de los cargos y recibió una pena de dos años de prisión condicional.En el juicio, que cerró ayer, se expuso cómo Diego y Federico Córdoba, de 32 y 33 años respectivamente, engañaban a personas mayores, aprovechándose de su vulnerabilidad.
Los hermanos Córdoba se ofrecieron a ayudar a una mujer con su abuelo de 83 años, quien se encontraba en silla de ruedas. Con la excusa de trámites médicos y jubilatorios, obtuvieron poderes sobre sus bienes. Incluso, lo mantuvieron oculto durante seis días en una localidad alejada, apropiándose de un plazo fijo de más de 11 millones de pesos.
En otro caso, se ganaron la confianza de una anciana de 76 años, ofreciendo ayuda legal y con trámites bancarios. La convencieron de entregarles dinero para supuestas gestiones, se quedaron con parte de los fondos destinados a su madre, lo que generó un perjuicio económico significativo.
Aprovechándose de su cercanía como vecinos, los Córdoba se ofrecieron a ayudar a un matrimonio de jubilados con un juicio laboral. Bajo la promesa de una importante suma de dinero, los persuadieron de tomar préstamos que luego se apropiaron. Incluso, uno de los hermanos se hizo pasar por la víctima para obtener un préstamo adicional de una prestamista.
Durante la última jornada, el juez Lucas Taboada determinó la
culpabilidad de Diego por el delito de estafa reiterada, mientras que
Federico fue declarado culpable de un solo hecho de estafa, siendo
absuelto de los otros dos.
La fiscal
Mariana Rivadeneira, a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos,
detalló cómo los hermanos se presentaban como empleados del PAMI,
ofreciendo cuidados y ayuda con trámites para generar confianza.
La
auxiliar fiscal Brenda Deroy había solicitado una pena de 13 años de
prisión para ambos, argumentando que "abusaron de la confianza y el
cariño de los abuelos para apoderarse de sus patrimonios".
“Lo
más grave aún -dijo la fiscal- es que pusieron en riesgo su salud. Les
mintieron que eran enfermeros del PAMI, les prestaron asistencia que no
les correspondía, se aprovecharon de lo sentimental y de sus conflictos
familiares”.