Miércoles 14 de Mayo de 2025, 11:11
En una jornada de pesca que jamás olvidarán, Maximiliano Escobar y Víctor Bieri, cuñados y compañeros de aventuras ribereñas, capturaron una raya de aproximadamente 150 kilos en aguas del río San Javier, distrito Colonia Teresa, en la provinci ade Santa Fe.
El ejemplar fue hallado durante una salida de pesca recreativa durante el fin de semana, y su extracción demandó más de cinco horas de esfuerzo continuo.
“Fue una experiencia única, pero también peligrosa”, relató Maximiliano en diálogo con El Litoral. Según detallaron, la raya mordió el anzuelo alrededor de las 9 de la noche, cuando los pescadores estaban revisando un espinel colocado previamente.
La fuerza del animal fue tal que, en un primer momento, reventó el espinel, y recién al día siguiente, con más claridad y energía, pudieron retomar el operativo para su captura definitiva.
El testimonio de los protagonistas pone de manifiesto no solo la magnitud del ejemplar sino también los riesgos que implica enfrentarse a un animal de ese tamaño sin preparación profesional.
“Nos paseó por el arroyo durante horas, nos llevó 40 o 50 metros con el piragüón, fue una lucha constante”, contaron. “Cuando flotó, supimos que era nuestra, pero ahí también vimos realmente el tamaño: era un monstruo del río”.
En plena oscuridad, el momento más crítico llegó cuando uno de ellos, accidentalmente, se enredó con el espinel mientras el otro intentaba capturarla. “Por suerte, logró zafarse justo a tiempo. Si no, estaríamos contando otra historia”, confesaron aún conmovidos.
La captura se produjo en una zona conocida como “Las Cuatro Bocas”, una confluencia de arroyos y canales profundos, ideal para la presencia de estas especies. El animal fue atraído con un cascarudo y capturado con un anzuelo número 5, atado a un espinel cuya madre era del 48, acompañado por un hilo del 36 en el chicote.
El fondo del aparejo, con un lastre de aproximadamente 40 kilos, fue clave para impedir que el animal rompiera completamente el equipo de pesca.
Las rayas de río, pertenecientes a la familia Potamotrygonidae, pueden alcanzar tamaños extraordinarios.
En este caso, los pescadores estimaron un diámetro superior a 1,50 metros, coincidiendo con descripciones de expertos sobre los ejemplares más grandes de la especie Potamotrygon falkneri, común en los sistemas fluviales del litoral argentino.
A pesar de no ser pescadores profesionales, los protagonistas relataron con humildad y emoción lo vivido: “Nosotros solemos pescar de orilla o con mallita, nunca imaginamos algo así. Fue suerte… y mucho respeto al río”, expresaron. Tras la captura, prepararon milanesas para compartir con familiares y vecinos del barrio.
Finalmente, enviaron un mensaje de advertencia a otros pescadores: “A cualquiera que no esté preparado, le recomendamos que, si se topa con un animal así, lo deje ir. Nosotros tuvimos suerte, pero no siempre termina bien. Esa raya tenía una fuerza que no se puede explicar”.