Lunes 26 de Mayo de 2025, 12:48

Franco Colapinto sonríe por debajo del casco.
Aquí no ha pasado nada. La vorágine de Mónaco retomó su habitual ritmo, casi como si durante los últimos días no hubiese pasado la Fórmula 1. Se trabajó con rapidez apenas se agitó la bandera de cuadros para recomponer al Principado y la eficacia fue tal que al día siguiente no quedan rastros del Gran Premio más glamoroso de la temporada. Sólo quedan las tribunas, que ya promediando el primer día hábil de la semana se mostraban casi totalmente desarmada. El resto brilla por su ausencia. No hay rastros de los puestos de merchandising diseminados por Montecarlo ni de las estructuras del Fan Zone. Otra vez los lujosos vehículos que deambulan por sus calles aceleran libremente y desde los cafés cercanos al puerto ofrecen nuevamente ese paisaje único con el mar Mediterráneo de fondo.
Los equipos de Fórmula 1, por su parte, ya comenzaron su traslado a Barcelona. Los 690 kilómetros de autopista comenzaron a ser transitados por los camiones de los equipos y de la máxima categoría, para llegar por la tarde al autódromo de Montmeló, donde el fin de semana próximo se disputará la novena fecha de una temporada que tiene a McLaren como claro dominador.
Allí estará Franco Colapinto. Incentivado por la muy buena actuación del domingo en el trazado urbano, donde partió desde el fondo y llegó en el 13er lugar con un Alpine que luce indomable para él y para su compañero, Pierre Gasly. Para los pilotos, al igual que el resto de las escuderías, todo se sucede con una celeridad digna de los propios vehículos, ya que este domingo será el tercero consecutivo de actividad.
Es cierto que Mónaco es distinto a todo el resto. No sólo por el glamour y la excelencia que envuelve al Gran Premio. También en lo deportivo. No hay trazado más lento que el monegasco. Por lo tanto, las configuraciones y el set up de los coches también varían. Alpine sabe, y lo reconocen, que sus autos no son lo suficientemente rápidos. Ambos pilotos padecieron los inconvenientes al quedar eliminados en la primera tanda clasificatoria.
“Franco hizo un buen trabajo, no cometió errores, mantuvo un buen ritmo y se comportó bien en el tráfico, y estoy seguro de que aprendió mucho y le dio más confianza. Fundamentalmente, no somos lo suficientemente rápidos. Lo veremos en España, en un circuito más completo con algo de intriga en torno a los nuevos alerones. Veremos cómo nos va”, comentó el italiano Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine y gran responsable del ascenso del argentino como piloto titular en reemplazo del australiano Jack Doohan, quien corrió las primeros seis GP de la temporada.
¿A qué se refiere Briatore con los cambios en los alerones? En la Fórmula 1 hubo una serie de acusaciones cruzadas por el uso indebido de algunos equipos de unos alerones flexibles que otorgan un beneficio aerodinámico al modificar su forma frente a la masa de aire cuando los vehículos circulan a velocidad alta.
Con el vehículo estático, las medidas son reglamentarias pero el movimiento ante el ingreso del flujo de aire genera una estabilidad mayor para el rendimiento del auto. Para el Gran Premio de China, disputado el 23 de marzo pasado por la segunda fecha del Mundial, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) dispuso un control para los alerones traseros. Ahora realizará la misma y estricta verificación en los delanteros.
En su momento, la FIA emitió un comunicado en el que alertó a las escuderías sobre los plazos en Shanghai y en Montmeló y adelantó que aumentarían los controles para comprobar la reducción de los valores de deflexión en los alerones. "Como parte de este compromiso, aumentaremos el alcance de las pruebas en el alerón trasero desde el inicio de la temporada 2025 y se introducirán más pruebas a partir del GP de España en el alerón delantero”, indicó Nikolas Tombazis, responsable del área de monoplazas del organismo que regula a nivel mundial el deporte automotor.
Franco Colapinto de Alpine en acción durante la carrera. ¿En qué consiste el mecanismo de control? Los inspectores de la FIA depositarán un peso de 100 kilos sobre los alerones para comprobar su grado de deformación, tanto simétrica como asimétrica. En los elementos delanteros ahora no podrá variar más de 3 milímetros.
¿Qué consecuencias traerá esta modificación? Según indicaron algunos técnicos, los autos perderán equilibrio en la puesta a punto, ya que hasta ahora se podía alcanzar el objetivo deseado de manera más rápida para lograr el funcionamiento cercano a lo ideal.
Con los alerones mucho menos flexibles que hasta ahora, los autos tienen la tendencia de ser subvirantes en los sectores lentos (ida de trompa) y sobrevirantes en los tramos rápidos (ida de cola). Será un nuevo escenario para los pilotos, aunque seguramente los ingenieros y los testers de cada equipo ya lo evaluaron en los simuladores para que el Gran Premio de España, un circuito conocido por todos ya que suele ser usado para ensayar y sumar kilómetros, no los encuentre con un escenario sorpresivo. /
Clarìn
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