Lunes 26 de Mayo de 2025, 14:56
La jueza Julieta Makintach fue suspendida como docente en la Universidad Austral, donde dictaba clases de Derecho Penal. La decisión fue tomada por las autoridades del centro de estudios luego de la difusión de filmaciones en donde se la ve realizando una producción audiovisual momentos previos a la primera audiencia del juicio por la muerte de
Diego Armando Maradona.“Con motivo de los hechos de público conocimiento referidos a Julieta Makintach, a partir del lunes 26 de mayo quedan interrumpidas por tiempo indeterminado las tareas docentes de dedicación simple que llevaba a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral”, informaron fuentes de la institución.
Makintach integraba el cuerpo docente denominado
“part time” en las carreras de grado y posgrado. Allí dictaba clases de Derecho Penal.
La jueza proviene de una familia judicial. Su padre,
Juan Makintach, fue uno de los jueces con más experiencia en San Isidro. Ella hace 27 años que pertenece a la Justicia.
En 1998 ingresó al Juzgado de Transición Nº 4. Luego formó parte de la secretaría del Juzgado de Garantías Nº 3 de San Isidro. Y desde el 2017 es jueza del TOC Nº 2 del mismo Departamento Judicial.
Makintach también es magister en Derecho Penal por la Universidad Austral. Se presenta en Linkedin como profesora de Derecho Penal de esa institución y coach ontológica.
En el centro de las miradas
La magistrada quedó en el ojo del huracán cuando el abogado
Julio Rivas, defensor del neurocirujano
Leopoldo Luque (uno de los siete profesionales de la salud que son juzgados), pidió su recusación por una serie de preguntas que le realizó al testigo
Víctor Stinfale y a la imputada
Agustina Cosachov.“Cuando declaró Cosachov, ante una pregunta de Makintach, noté por el modo y contenido una pregunta inquisidora. Evalué un pedido de recusación. Por el modo, gestos y contenidos, está adelantando el contenido de su veredicto”, afirmó, ante la sorpresa de la magistrada.
El planteo fue acompañado por
Vadim Mischanchuk, abogado de
Cosachov, quien estaba presente en la sala. Los jueces no avanzaron en la recusación, por lo que
Rivas elevó su planteo a la Cámara de Apelaciones, que también deberá expedirse sobre esta cuestión.
Luego se sumó el cuestionamiento del último martes por parte de Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, quien pidió la suspensión del debate hasta que se investigue la presunta realización de un documental del debate con la autorización de Makintach debido a la “gravedad institucional” que se plantea.
Las cuestiones argumentadas por la acusación están vinculadas con la
presencia de al menos tres personas que quedaron registradas en una
filmación de la Corte Suprema de Justicia bonaerense en la primera
audiencia del debate.
Juicio caso Maradona Jueza Makintach.
En las imágenes se observa cómo una de las
personas tomó una cámara tipo reflex y comenzó a filmar. El acto fue
alertado por una mujer policía que custodia la sala. Luego de detener la
filmación unos minutos, regresa a tomar registro.
“¿Qué podíamos hacer ahora, fingir demencia, decir que no pasó nada y qué pase el testigo y lo escucháramos?”, se preguntó Ferrari.
El fiscal también se manifestó sobre el cambio que se realizó en la
presidencia del TOC 3 de San Isidro, que pasó del juez Maximiliano
Savarino a su colega Makintach.
Esta conformación, con la jueza
Verónica Di Tommaso completando el tribunal, fue recusada por las
partes, por lo que se volvió a la conformación habitual.
“En
esa misma audiencia última fuimos testigos presenciales lo que para
nosotros fue un paso de comedia que consistió en el ingreso de la
doctora Makintach en el medio de ustedes. Esto compromete el prestigio
del Poder Judicial. Lo digo con mucha impotencia y bronca”, afirmó el fiscal general adjunto.
El fiscal general adjunto de San Isidro Patricio Ferrari. La respuesta de la jueza
Luego de que el tribunal decidió que el debate sea suspendido por siete días, la jueza Makintach tomó la palabra y se defendió de las acusaciones de varias de las partes.
"Entiendo la zozobra de todos, pero estoy convencida de mi imparcialidad y no hay sospechas que puedan comprometer mi honor ni prestigio", expresó.
La magistrada consideró que
"para denunciar a un juez hay que tener motivos serios y fundados porque las instituciones están en juego y la trayectoria también". Y agregó:
"En caso de que haya algo que esté en peligro, quizás sea yo la que me aparte".Por último, la jueza remarcó que
se "necesitan las pruebas y las razones para fundar" la denuncia. /
Clarìn