El New York Times reveló que Elon Musk consumía ketamina y otras drogas mientras diseñaba políticas con Trump

Domingo 01 de Junio de 2025, 20:06

El New York Times reveló que el empresario viajaba con una farmacia personal



Elon Musk habría consumido ketamina, éxtasis y hongos alucinógenos mientras profundizaba su alianza con Donald Trump, a quien respaldó con al menos USD 275 millones. Luego, integró el Gobierno, del que se desvinculó el viernes. Según reveló The New York Times, el empresario viajaba con una caja que contenía unas veinte pastillas —incluido Adderall— y reconocía ante personas cercanas que el uso frecuente de ketamina le generaba efectos secundarios, como trastornos urinarios.

La investigación también detalla episodios erráticos en actos oficiales, conflictos familiares no divulgados y una red de relaciones personales marcadas por litigios y acuerdos de confidencialidad. Las especulaciones públicas tras el evento en el que se encontró con Javier Milei.

Según el informe, la caja de medicamentos que Musk llevaba consigo incluía unas veinte pastillas, entre ellas Adderall —un estimulante de uso controlado—, según una imagen y fuentes citadas por el diario en una nota escrita por las periodistas Kirsten Grind y Megan Twohey. Además, el dueño de Tesla y SpaceX también habría tomado éxtasis y hongos alucinógenos en reuniones privadas, tanto en EE.UU. como en el extranjero.

"Si usás demasiada ketamina, no podés trabajar, y yo tengo mucho trabajo", declaró Musk en una entrevista con Don Lemon en marzo de 2024. Sin embargo, The New York Times señala ahora que el consumo fue mucho más frecuente que lo que el propio magnate admitió públicamente. El matutino afirma que, según fuentes cercanas, Musk usaba ketamina incluso a diario, en combinación con otras sustancias, borrando la línea entre el uso médico y el recreativo.

El empresario de 53 años accedió al círculo íntimo de Trump tras su apoyo público en julio. Luego de que el expresidente resultara electo, Musk alquiló una casa en Mar-a-Lago para participar en reuniones de transición y diseñar recortes en la burocracia desde el flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). En ese rol, llegó a insultar a miembros del gabinete, hizo gestos asociados al nazismo y dio entrevistas con respuestas confusas, según consigna The Times.

El mismo viernes en que terminó formalmente su labor en el gobierno, Musk y Trump convocaron a una conferencia de prensa conjunta. Consultado por el diario neoyorquino, el portavoz de la Casa Blanca evitó responder sobre los posibles testeos antidroga, pero sí destacó que Musk "ayudó a reducir el despilfarro estatal".

Mientras tanto, SpaceX —contratista del gobierno federal— está obligada a mantener una política de cero drogas entre sus empleados, pero el reporte asegura que Musk recibía alertas previas a los controles internos. La empresa declinó hacer comentarios.

Tras la publicación del artículo, Elon Musk salió a desmentir las acusaciones del New York Times y calificó la investigación como una "burda mentira". En redes sociales, además, replicó una frase del presidente argentino Javier Milei: "No oímos lo suficiente a los medios tradicionales", reforzando su postura crítica frente a los grandes conglomerados periodísticos.

El artículo también describe un entramado de relaciones afectivas conflictivas, ocultamientos de paternidades y litigios judiciales. Según la investigación, Musk tuvo hijos con al menos tres mujeres diferentes en un corto período, muchas veces solapando vínculos. Su expareja Claire Boucher (Grimes) mantiene una disputa por la custodia de su hijo, conocido como “X”, luego de que el empresario llevara al niño a actos públicos que violarían un acuerdo de privacidad.

Otra mujer, la escritora Ashley St. Clair, reveló que tuvo un hijo con Musk y rechazó un acuerdo por USD 15 millones para mantener el secreto. “Me dijo que había tenido hijos en todo el mundo, incluso con una estrella pop japonesa”, declaró.

El conflicto escaló hasta la Justicia cuando St. Clair lo demandó para que reconociera legalmente la paternidad. Musk intentó imponer una orden de silencio al argumentar que la exposición del menor podía implicar riesgos de seguridad.

En el plano público, las excentricidades y declaraciones de Musk generaron preocupación incluso entre sus allegados. El neurocientífico Philip Low, exempleado y amigo del empresario, se deslindó luego de que se lo viera hacer un saludo nazi durante un acto político: “No tengo simpatía por este comportamiento”, escribió en redes. Por su parte, el filósofo Sam Harris rompió el vínculo con Musk luego de acusarlo de mentir y difamar desde su propia plataforma.