Lunes 02 de Junio de 2025, 07:22

El 72% de los argentinos prioriza alimentos que mejoren su salud. Las golosinas también se adaptan a este nuevo estilo de consumo
El mercado de golosinas saludables en Argentina está creciendo de manera sostenida, impulsado por consumidores que no solo buscan cuidar su alimentación, sino también disfrutar de snacks dulces elaborados con ingredientes naturales, sin ultraprocesados ni aditivos. Ya no se trata solo de satisfacer un antojo, sino de ofrecer opciones que aporten valor nutricional, generen saciedad y acompañen un estilo de vida más consciente.
Hasta hace algunos años, el concepto de golosina saludable parecía casi una contradicción. Sin embargo, los hábitos de consumo evolucionaron. El crecimiento del interés por la alimentación basada en plantas, la reducción del azúcar y la demanda de productos libres de gluten impulsaron una transformación en las góndolas.
Según el estudio Taste Tomorrow, realizado por Puratos, el 72% de los argentinos prioriza alimentos que mejoren su salud, mientras que el 69% prefiere productos de origen vegetal, una cifra que incluso supera el promedio mundial.
"Evaluar un alimento solo por su contenido calórico es una visión limitada. Hay productos como el queso o la manteca que, siendo calóricos, aportan nutrientes esenciales", advierte Gretel Villalba, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos con posgrados en desarrollo de alimentos, educación y gestión de calidad.
"Hoy el foco está puesto en la calidad de los ingredientes, su origen, y en la innovación constante. El consumidor está más informado, lee las etiquetas y se preocupa por los aditivos", agrega.
De hecho, Villalba señala que la creciente conciencia sobre el origen de ciertos componentes llevó a organismos como la FDA a comenzar a limitar el uso de colorantes y conservantes derivados del petróleo. "Este avance no habría sido posible sin la creciente conciencia del consumidor sobre el origen de estos componentes", remarca.
Las golosinas y el cambio de paradigma
En este contexto, lanzamientos como los de Ancestral reflejan el cambio de paradigma. A las ya establecidas pastas untables —hoy rebautizadas como Gianduia—, la empresa sumó recientemente una línea de bombones sin ultraprocesados ni aditivos, en dos versiones: una con una cobertura de chocolate rellena de pasta de maní y otra donde la pasta de maní recubre un corazón de chocolate. Ambas recetas contienen apenas cinco ingredientes —maní, pasas de uva, ciruela, chocolate y azúcar—, cuidadosamente seleccionados para mantener la sensación de saciedad por más tiempo.
"La primera producción fue de 60.000 unidades y, a tan solo un mes del lanzamiento, ya estamos en la segunda tanda", contó Valentina De Volder, cofundadora de Ancestral.
"Nuestro objetivo es triplicar la producción inicial durante el primer trimestre", adelantó. Aunque todavía no hay detalles concretos sobre nuevos productos, la marca ya proyecta sumar más opciones dentro del rubro de las golosinas saludables. "Obvio que ya estamos pensando en el próximo producto, pero aún no lo tenemos cerrado", agregó. Para 2025, el foco estará en ampliar la presencia del bombón en nuevos canales y seguir posicionando las pastas untables en el rubro gastronómico.
La apuesta por opciones saludables no es exclusiva de marcas jóvenes o emergentes. En los kioscos, supermercados y tiendas especializadas ya es común encontrar barras, snacks, granolas y galletitas Zafrán, una de las pioneras en el segmento de alimentos nutritivos. Fundada por Nito Anello y Charlie Rivero Haedo en 2012, esta pyme —que además logró certificar como Empresa B— elabora alimentos con pocos y buenos ingredientes, integrales, sin exceso de azúcar, grasa ni sal, y sin conservantes, saborizantes ni colorantes agregados. Cada uno de sus productos busca ser una alternativa real frente a los snacks tradicionales, apostando a sabores intensos y perfiles nutricionales balanceados.
Otra empresa que se sumó a esta tendencia es Snat, que desarrolló una línea de frutas y verduras liofilizadas. Mediante un proceso que elimina el agua a bajas temperaturas, logran conservar los nutrientes y el sabor original de los alimentos, ofreciendo opciones como chips de manzana, banana, arándanos o frutillas, ideales para consumir entre comidas o incorporar en desayunos y meriendas.
La rosarina Green Crops desarrolla snacks sin octógonos, libres de gluten y veganos: tomate y páprika, arvejas al dijón o palta y limón, son algunas de las seis variedades que ofrece.
También destaca el caso de Chocoleit, una pyme fundada por la docente Liliana Adragna, que desarrolló el primer alfajor sin azúcar y sin gluten de Argentina.
Con una fórmula patentada y producción artesanal liderada por un equipo de mujeres, la empresa se posiciona como un ejemplo de innovación y compromiso con la alimentación consciente. "Si el azúcar y la harina son los dos enemigos de la alimentación saludable, nosotros no tenemos ninguno de esos ingredientes", afirma Adragna. Y agrega: "No quería que lo eligieran por ser para celíacos o diabéticos, sino porque querían probar algo distinto, que también es nutritivo". Cada alfajor contiene 7 gramos de proteína y 4 gramos de fibra, y se elabora sin harinas blancas ni ultraprocesados.
Vitaminas, etiquetas y redes sociales: así se construye el nuevo consumo saludable
"Las golosinas tienen un contexto de consumo específico: un momento de indulgencia y disfrute. Por eso, agregar ingredientes funcionales como vitamina C, Omega 3, 6 y 9, o incluso vitamina D —deficitaria en más del 30% de la población— puede ser una estrategia valiosa", plantea Villalba. También destaca que el interés por estas opciones no está limitado a un público específico.
"Esta tendencia atraviesa niveles socioeconómicos y grupos etarios. Desde madres que buscan mejores opciones para sus hijos hasta adultos que quieren darse un gusto sin comprometer su alimentación y eligen golosinas con colágeno, pensadas para el cuidado de las articulaciones y la artritis, o con CBD, valoradas por sus propiedades relajantes." El CBD, o cannabidiol, es uno de los muchos cannabinoides que se encuentran en la planta de cannabis. A diferencia de otros cannabinoides como el THC, el CBD no produce efectos psicoactivos
La irrupción de las redes sociales también contribuyó a acelerar este cambio. Instagram y TikTok están repletos de recomendaciones de snacks saludables, comparativas de etiquetas, consejos para leer, listados de ingredientes y recetas de golosinas caseras sin azúcares refinados. Esta generación de consumidores informados no solo elige qué compra, sino que muchas veces exige transparencia y compromiso real de las marcas.
Esa demanda también pone sobre la mesa el debate sobre el etiquetado.
"En la actualidad, el etiquetado domina las góndolas, la mayoría de los productos exhibiendo tres o más sellos y diversas leyendas precautorias. Este exceso de información puede generar saturación y confusión, llevando a los consumidores a elegir por precio o por la experiencia de consumo.", explica Villalba. "Un ejemplo claro es el sello Sin TACC, que a pesar de su relevancia para las personas con celiaquía, pasa desapercibido frente a los octógonos, cuando debería destacar. Hay que avanzar hacia un etiquetado más equilibrado y accesible, que destaque la información si abrumar al consumidor."
El boom de las golosinas saludables también se traduce en una mayor presencia en ferias, tiendas especializadas, plataformas de e-commerce y, cada vez más, en góndolas tradicionales. Sin embargo, Villalba advierte que el reciente decreto 35/25, que amplía el ingreso de productos importados, podría intensificar la competencia y volver aún más urgente la diferenciación. "El diseño, la propuesta de valor y la claridad del mensaje serán claves para destacarse en las góndolas", concluye.
Aunque en Argentina las golosinas que pintan la lengua de colores o las gomitas con formas llamativas siguen siendo favoritas entre los más chicos por su carácter lúdico y divertido, la aparición de marcas que apuestan por ingredientes naturales y funcionales marca un avance positivo. No obstante, para Liliana Adragna, fundadora de Chocoleit, es fundamental comprender que lo "saludable" no es un término absoluto, sino relativo y en constante transformación: "Una alimentación saludable para un celíaco no es lo mismo que para un vegano o para alguien que sigue una dieta cetogénica", señala. Y ejemplifica con un cambio paradigmático en la percepción nutricional: "Antes te decían que no podías comer más de dos huevos por semana. Hoy, si sos deportista, recomiendan hasta ocho por día".
Lejos de ser una moda pasajera, la búsqueda de golosinas saludables que combinen placer y alimentación con nutrición se consolida como una nueva forma de entender el consumo. Las marcas que logren combinar innovación, transparencia y accesibilidad serán las protagonistas del futuro. /iProfesional
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