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Acusan a una pareja de abogados de mandar a matar a sus clientes para quedarse con sus bienes
Miércoles 18 de Junio de 2025, 08:58
La relación entre las partes se extendió por más de una década, pero lo que parecía un vínculo profesional se transformó en una trama de engaño y muerte.
La Policía encontró los cuerpos de José Eduardo Ometto Pavan, de 69 años, y Rosana Ferrari, de 61, en un Fiat Toro estacionado en una finca de la Serra de São Pedro, el 6 de abril.
El abogado defensor de los acusados, Reginaldo Silveira, calificó el caso como “curioso”, argumentando que las pruebas son “frágiles”. Según Silveira, la relación entre los abogados y el matrimonio era meramente profesional, con honorarios pagados en inmuebles en lugar de dinero en efectivo. “Vamos a probar la inocencia del matrimonio”, aseguró.
Los detenidos enfrentan cargos de homicidio calificado, asociación criminal, estafa, falsedad ideológica, uso de documentos falsos y ocultación de cadáver.
Según las investigaciones, los abogados habrían falsificado documentos para apropiarse de R$ 12 millones en inmuebles (más de 2 millones de dólares) y más de R$ 2,8 millones en pagos de costos judiciales inexistentes.
La Policía Civil sostiene que, tras asegurar los bienes, los abogados ordenaron el asesinato del matrimonio, que no tenía descendientes que pudieran reclamar la herencia.
La comisaria Juliana Ricci explicó que los abogados habrían planeado el crimen para quedarse con los bienes de las víctimas. “Muriendo ellos, ¿quién lo cuestionaría?”, se preguntó Ricci.
Según denunciaron familiares de las víctimas, la abogada hasta asistió al funeral de Rosana.
Al enterarse de la presunta participación de los abogados en la ejecución, un familiar de la mujer aseguró: “Lloré, sentí rabia, agonía. Espero que se haga justicia. No fue un crimen causado por la ira, ni por peleas, ni nada parecido. Fue un crimen premeditado que habían planeado desde hacía mucho tiempo“.
El abogado defensor de los abogados Hércules y Fernanda, Reginaldo Silveira, afirmó que “este es un caso muy curioso, dado que las pruebas son débiles incluso para indicar homicidio”.