Viernes 04 de Julio de 2025, 14:01

Germán Alfaro y Mariano Campero
El diputado nacional Mariano Campero cada vez parece más enredado en su laberinto. Luego de sacarse la "peluca" y tomar distancia de algunas políticas del presidente Javier Milei, Campero dice que no volverá al radicalismo, pero que podría apoyar al radical Roberto Sánchez, aunque agrega que "hay muchas chances que juegue con el alfarismo", sector que ha formalizado una alianza con el gobernador Osvaldo Jaldo.
"En Tucumán ya
están diciendo que podría jugar con Roberto Sánchez -diputado nacional
por la UCR-, con quien vengo trabajando hace muchos años", señaló Campero en declaraciones al diario La Nación.
—¿Y eso es así? ¿Va a jugar con Sánchez?
—Siempre
y cuando él me dé una mano en dos o tres cosas: poner jugadores nuevos
en la lista, hablar de la construcción de Tucumán… ahí están los
concejales, los intendentes, todo lo que hemos construido. Pero también
hay muchas chances de que pueda jugar con el alfarismo, la construcción
de Germán Alfaro, el exintendente de San Miguel de Tucumán, que se
enfrentó conmigo.—¿Y lo haría como parte del radicalismo?
—No.
Yo tengo un partido acá que se llama Cambia Tucumán. Y con el
radicalismo no tengo ningún sentimiento de rencor, pero la verdad es que
hoy la construcción no va por ahí.—¿Por qué solo usted y otro diputado de los "radicales peluca" ahora votaron el emplazamiento al Gobierno para que envíe más fondos a las universidades?
—Los dos hemos sido docentes, conocemos la universidad. Los dos fuimos estudiantes, egresados. Lo sentimos como propio.
—Usted dijo que el Gobierno tiene que dar indicios. ¿A qué se refiere concretamente?
—Le
doy un ejemplo. El año pasado pedimos que el Gobierno hiciera una
oferta al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y lo hizo. Llamó a
paritarias e hizo una propuesta. No gustó, pero la hizo. Este año no se
convocó ni siquiera esa paritaria. Igual vamos a seguir defendiendo el
equilibrio fiscal. Si la ley lo rompe, no la vamos a votar.
—¿Y si el Gobierno no da señales?
—Le
pedimos que haga lo mismo que el año pasado. Pero más que nada, que
haya un norte. Un plan de acá a tres años, no sé. Porque si no parece
que los que tomamos la posición en aquel momento estábamos en contra de
la universidad, y no es así. Yo quiero que al país le vaya bien. Estoy a
favor del equilibrio fiscal, de la gobernabilidad. Y un año después,
siendo uno de los que puso el cuero para que haya equilibrio fiscal,
digo: ¿se puede sentar a conversar este tema?
—Ahora se están
discutiendo y es probable que el Senado convierta en ley tres proyectos
que el Presidente dijo que vetaría: el aumento jubilatorio, la moratoria
previsional y la emergencia en discapacidad. ¿Usted apoyaría un nuevo
veto?
—Bueno, falta mucho para eso. Falta mucho...
—¿Cómo evalúa esa tensión?
—Me parece muy importante el
tema de la universidad pública. Insisto con este concepto: un camino, un
horizonte a mediano y largo plazo. Lo mismo está pidiendo el sector
productivo, que también necesita un plan para no agobiar a las economías
regionales.
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