Astroturismo: una experiencia que une ciencia, sostenibilidad y protección del cielo nocturno

Domingo 13 de Julio de 2025, 20:43

El astroturismo se consolida como una herramienta para proteger los cielos oscuros frente a la amenaza creciente de la contaminación lumínica.



Cada vez más personas en el mundo eligen viajar no solo para descubrir nuevos paisajes, sino también para mirar hacia el cielo. El astroturismo —una actividad que combina astronomía, turismo sostenible y ciencia— crece año a año y se consolida como una herramienta para proteger los cielos oscuros frente a la amenaza creciente de la contaminación lumínica.

Hoy, casi un tercio de la humanidad no puede ver la Vía Láctea. En Europa, ese porcentaje sube al 60 %; en Estados Unidos, al 80 %. La expansión urbana y el uso indiscriminado de luz artificial han ido borrando las estrellas del cielo, generando preocupación entre científicos, ambientalistas y viajeros.

Cielos oscuros: un recurso en peligro

Esta problemática fue eje central de la conferencia virtual “Cielos oscuros para la ciencia y la sociedad”, organizada por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En el evento se debatió cómo preservar el cielo nocturno, esencial para la observación astronómica y la salud del ecosistema.

Antonia Varela, representante del IAC y directora de la Fundación Starlight, destacó el rol del astroturismo como estrategia para proteger este recurso natural. Según explicó, cada vez más personas viajan a lugares alejados de los grandes centros urbanos en busca de cielos limpios y estrellados. Esto no solo genera conciencia ambiental, sino que también impulsa economías locales de forma sustentable.


“El astroturismo puede ser una herramienta para mitigar el cambio climático”, afirmó Varela. Aclaró que, aunque la movilidad es inevitable, es posible promover un turismo más responsable que priorice la sostenibilidad, el consumo local y el respeto por el entorno.

Certificación y destinos destacados

La Fundación Starlight otorga un certificado único en el mundo que acredita a ciertos destinos como ideales para la observación astronómica. Este reconocimiento, avalado por la Unesco, la OMT y la Unión Astronómica Internacional, evalúa factores como el nivel de contaminación lumínica, la accesibilidad y la sostenibilidad del lugar.


En América Latina, algunos de los destinos más destacados son San Juan, Mendoza, San Luis y Chaco (Argentina); Torres del Paine (Chile); el Parque Nacional Lençóis Maranhenses (Brasil) y el Salar de Uyuni (Bolivia). En el reciente fin de semana largo en Argentina, por ejemplo, se realizó una jornada de astroturismo en la laguna de Lobos, conducida por el astro guía y periodista Ezequiel Brahim.

Un cielo estrellado, fuente de ciencia y cultura

Durante el evento, Pedro Duque, ministro de Ciencia de España, remarcó que “un cielo claro y estrellado ofrece numerosas oportunidades culturales y educativas para las comunidades locales y los emprendedores”.

Para los científicos, conservar zonas libres de contaminación lumínica es vital. Muchas investigaciones astronómicas dependen de la débil luz que llega desde los confines del universo. Gracias a estos cielos oscuros, se ha podido estudiar el centro galáctico, buscar exoplanetas y comprender la evolución del cosmos.


Contaminación lumínica: consecuencias reales

Pero la pérdida de oscuridad no solo afecta a la ciencia. El exceso de luz artificial, en aumento constante —un 2 % anual según la ONU—, genera un fenómeno conocido como skyglow o brillo celeste, que impide ver las estrellas y afecta también al medio ambiente y a la salud humana.

Investigadores como el cardiólogo estadounidense Mario Motta han vinculado esta exposición constante a la luz con mayores riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de mama o de próstata. Por eso, durante el foro se hizo hincapié en la necesidad de mejorar la calidad de la iluminación y establecer regulaciones más estrictas a nivel mundial.

El objetivo final es generar un documento con propuestas concretas que será presentado ante el foro legal de la UNOOSA, con la esperanza de que se convierta en una guía internacional para proteger el cielo nocturno.