Lunes 14 de Julio de 2025, 06:32
En medio del colapso diario del tránsito y el encarecimiento del transporte público, un estudio técnico vuelve a poner sobre la mesa un viejo anhelo de los tucumanos: la recuperación del tren de cercanías. Esta vez, con una propuesta concreta y de bajo costo, que permitiría conectar la capital provincial con Simoca —la emblemática “Capital del Sulky”— en poco más de una hora y por apenas una décima parte del valor actual del pasaje en colectivo.La iniciativa surge de un análisis exhaustivo realizado por el experto ferroviario
Ariel Espinoza, quien relevó los 52 kilómetros del ramal Central Córdoba (CC) que actualmente es operado por Belgrano Cargas. El estudio concluye que con mínimas mejoras en infraestructura y decisión política, el corredor podría habilitarse para uso de pasajeros en corto plazo, beneficiando a miles de personas y potenciando el turismo en una de las localidades más tradicionales del sur provincial.
Hoy, llegar desde San Miguel de Tucumán a Simoca en colectivo toma alrededor de 140 minutos y cuesta unos $5.000. En cambio, el proyecto ferroviario plantea una alternativa más ágil, eficiente y económica: un trayecto de una hora y media (con paradas intermedias) y un costo estimado de $500.
“Todo el trazado está operativo para carga y sólo requiere algunas intervenciones técnicas para reconvertirlo al uso mixto”, explicó Espinoza, quien pertenece a la cuarta generación de ferroviarios de su familia y acumula varias diplomaturas en transporte, seguridad ferroviaria y gestión operativa.
El plan contempla la utilización de la vía actual del ramal CC, con salida desde la estación ubicada en 24 de Septiembre y Suipacha —a solo cinco cuadras del microcentro tucumano— y pasos por puntos neurálgicos del sur de la ciudad, como Benjamín Aráoz y Manantial Sur.
Se prevé que el servicio cuente con al menos dos frecuencias diarias, de lunes a sábado, y que incluya estaciones intermedias en García Fernández, Bella Vista y otras localidades urbanas. Las paradas se encuentran, según relevamientos, en condiciones razonables: algunas ocupadas, pero estructuralmente en buen estado.
Las mejoras necesarias, indica el estudio, incluyen la reparación de tramos puntuales de vía, acondicionamiento de pasos a nivel, instalación de baños e iluminación en estaciones, y la elevación de andenes con módulos prefabricados.También será clave el trabajo sobre los galibos (espacio lateral libre para los vagones), debido a la presencia de árboles y construcciones cercanas a las vías. “No es lo mismo que un vagón de carga roce una rama, que uno con pasajeros y ventanillas”, explicó Espinoza.
Además del beneficio directo para los usuarios del transporte, el proyecto ferroviario podría tener un fuerte impacto económico para toda la región. “Hay empresas e industrias —como Paramérica y AGD— que ya operan cerca de la vía. También podría reactivarse el ramal hasta el ingenio Bella Vista, que hoy traslada su producción en camiones pese a tener el tren a metros”, comentó el especialista.
Simoca, con su histórica feria que data de 1697, es un atractivo turístico consolidado que vería fortalecida su conectividad con el resto del territorio. La localidad también forma parte de un estratégico entramado vial entre las rutas 157 y 38, que podría complementarse con este nuevo eje ferroviario.
“Hoy no se necesita inversión internacional ni esperar décadas. Buenos Aires ya usa ramales del Belgrano para trenes de pasajeros, con locomotoras nacionales. El tren patagónico es otro ejemplo exitoso”, subrayó Espinoza.
Además, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) ya desarrolló un proyecto técnico integral que podría complementar esta iniciativa. “No estamos hablando de una utopía, sino de un cambio cultural y de voluntad política. Tucumán en horas pico es invivible, y esta sería una solución concreta”, concluyó.
La propuesta plantea, así, una alternativa tangible al actual modelo de movilidad, recuperando una parte de la historia ferroviaria provincial, pero con una mirada hacia el futuro: más sostenible, accesible y eficiente.