El mandatario rememoró sus propias vivencias a caballo durante su infancia en Trancas, y subrayó la importancia de mantener la cercanía entre los gobernantes y el pueblo: “Por más que uno sea gobernador, nunca deja de ser ciudadano. Esto no se trata de un gesto institucional, se trata de ser parte, de vivir las tradiciones como cualquier vecino. Eso es lo que nos une como tucumanos y como argentinos”.
Por su parte, el legislador Marcelo Herrera resaltó el impacto económico y social del evento: “Hoy están trabajando 9.755 feriantes. Se activa todo el circuito comercial de Simoca: carnicerías, pollerías, almacenes, transporte, todos se ven beneficiados. Estas fiestas no son simples celebraciones, son motores de nuestras economías regionales y guardianes de nuestra identidad cultural. Cada vez vemos más niños y jóvenes bailando, tocando la guitarra o montando a caballo. Esa es la garantía de que nuestras tradiciones no van a desaparecer”.
En la misma línea, el intendente Elvio Salazar subrayó que la feria constituye la principal fuente de ingreso para muchas familias simoqueñas:“Durante toda la semana se trabaja para recibir al turista. La feria es todos los sábados del año, pero en julio se viste de fiesta. Hoy cerramos esta edición, pero ya estamos preparando las actividades de agosto, porque esto es lo que sostiene la economía de nuestra ciudad”.
El ministro del Interior, Darío Monteros, también valoró el impacto integral de la celebración: “No se trata solo de cultura, también estamos hablando de microeconomía. Detrás de cada puesto hay familias que se preparan durante la semana, productores que apuestan al trabajo. Estas fiestas dinamizan el consumo interno y fortalecen el arraigo. Por eso, desde el Gobierno de Osvaldo Jaldo, acompañamos con compromiso estos espacios de encuentro”.