El cóndor gigante que se volvió viral en redes sociales ¿Es real?

Domingo 27 de Julio de 2025, 07:31

El engaño del “cóndor gigante”: cómo un video viral confundió a miles en redes sociales.



En los últimos días, un video que mostraba a un supuesto cóndor andino de tamaño descomunal circuló ampliamente por redes sociales, generando asombro, curiosidad y hasta entusiasmo entre miles de usuarios. En las imágenes se observaba un ave de grandes proporciones caminando con dificultad y extendiendo sus alas de forma aparatosa, lo que llevó a muchos a pensar que se trataba de un hallazgo zoológico extraordinario en plena región andina.

Las especulaciones no tardaron en multiplicarse: desde teorías sobre una mutación genética hasta sugerencias de una especie desconocida o rescatada de zonas remotas. Sin embargo, la emoción colectiva pronto se vio enfrentada con la mirada crítica de especialistas en fauna silvestre y usuarios con mayor experiencia en el análisis audiovisual.

Diversos expertos comenzaron a señalar inconsistencias notables en el comportamiento y la morfología del animal: los movimientos torpes, la desproporción entre el cuerpo y las alas, así como la forma antinatural de caminar, apuntaban más a una representación artificial que a una criatura real. La hipótesis de que se trataba de un disfraz o una elaborada puesta en escena fue cobrando fuerza con rapidez.

La ausencia de cualquier confirmación oficial por parte de autoridades ambientales, organismos científicos o instituciones zoológicas, sumada a la falta de contexto claro sobre el origen del video, terminó por disipar la ilusión. Todo indica que no se trató de un verdadero cóndor, sino de un montaje destinado a engañar o, en el mejor de los casos, entretener.

Este caso vuelve a poner en evidencia cómo las redes sociales pueden amplificar con rapidez contenidos falsos o manipulados, alcanzando una enorme audiencia antes de que la verificación de los hechos tenga lugar. También subraya la necesidad urgente de fomentar una cultura digital más crítica y responsable, donde la veracidad de los contenidos virales sea evaluada antes de ser compartida.

En un mundo donde la información circula a una velocidad sin precedentes, discernir entre realidad y ficción se ha vuelto no solo deseable, sino imprescindible.