Martes 29 de Julio de 2025, 08:25
El Ministerio de Educación de Salta prohibió expresamente la creación de grupos de WhatsApp u otras aplicaciones de mensajería instantánea entre docentes y alumnos, y también entre docentes y padres cuando se trate de comunicaciones institucionales.
En Tucumán aún no hay una disposición similar, pero las preguntas ya se instalan: ¿debería regularse también aquí? ¿Cuáles son los riesgos y las oportunidades de mantener abierta una vía de contacto que muchas veces desdibuja los límites entre lo profesional y lo personal?
La ministra de Educación salteña, Cristina Fiore, explicó que la decisión se tomó a partir de una serie de denuncias penales por grooming (acoso y abuso digital), en las que al menos cinco docentes quedaron implicados.
Además, citó un hecho reciente en el que una maestra utilizaba un grupo con sus alumnos para comercializar monedas virtuales. “Debemos preservar el espacio educativo y garantizar relaciones seguras”, afirmó.
En nuestra provincia, el debate se enciende ante la ausencia de una normativa que regule específicamente la comunicación digital entre actores del sistema educativo. Pero algunas voces ya tienen una postura clara.
“Me parece bien la prohibición, porque la mensajería instantánea no debería haber sido nunca un canal entre docentes y alumnos”, opinó Victoria Desjardins, directora de Educación del municipio de Yerba Buena.
“En la práctica, se volvió una forma de comunicación sin límites, donde los estudiantes escriben a cualquier hora y los docentes también contestan fuera de horario, borrando la relación de autoridad y asimetría que debería existir. Hay canales oficiales como el correo electrónico o las aulas virtuales, incluso el contacto presencial. No hace falta WhatsApp”, señaló.
Andrea Giménez, docente de nivel medio, también consideró positiva la medida: “Compartir tu número personal con estudiantes puede romper una barrera de privacidad que actualmente ya es bastante frágil. Hoy existen herramientas institucionales que permiten evitar eso. En mi experiencia, no conozco colegios tucumanos donde se trabaje por WhatsApp de manera oficial con alumnos. Me parece acertado que se regule antes de que ocurran problemas más graves”.
Y si bien no se conocen situaciones como las que motivaron el protocolo salteño, los expertos advierten que el uso informal de plataformas de mensajería en contextos escolares puede tener consecuencias negativas, como la exposición de datos personales, el desdibujamiento de los roles pedagógicos y el debilitamiento de la autoridad docente. /La Gaceta