La brutal confesión con la que un hombre reveló el crimen de su ex pareja de 24 años en Chaco

Martes 29 de Julio de 2025, 11:31

El hombre admitió el crimen en una nota dejada a sus padres



Érica Almirón Romero, una joven de 24 años, fue hallada sin vida en su departamento en el  centro de Resistencia. El autor del crimen sería su exnovio, Joaquín Alfredo Pérez, quien intentó escapar de la provincia tras dejar una escalofriante carta de confesión.

Fue Walter Gómez Esquivel, actual pareja de Érica, quien realizó el llamado de emergencia al 911. El joven relató que, al ingresar al departamento, se encontró con una escena desesperante: Érica estaba tendida sobre la cama, con una media en la boca y signos de haber ingerido productos de limpieza y gas.

Los efectivos policiales y personal médico que llegaron al lugar intentaron reanimarla sin éxito. Minutos después, los profesionales confirmaron su fallecimiento, y la causa fue inicialmente caratulada como “muerte dudosa”, mientras se aguardaban los primeros informes forenses.

En ese momento, las autoridades secuestraron el teléfono celular de la víctima y el de su pareja para realizar peritajes, buscando reconstruir los momentos previos al crimen.

Pocas horas más tarde, la investigación dio un giro decisivo. Los padres de Joaquín Alfredo Pérez, exnovio de Érica, se presentaron en una comisaría de Resistencia con una carta manuscrita que su hijo había dejado antes de desaparecer. El mensaje, breve y perturbador, decía:

“Maté a Érica, lo siento mamá. Fue por venganza”.

La fiscal María Noel Benítez, a cargo del Equipo Fiscal N.° 11 de Género, ordenó de inmediato la detención del sospechoso y la emisión de un pedido de captura en todo el país.

Mientras la Policía intensificaba la búsqueda, la familia del acusado aseguraba desconocer su paradero. La hipótesis de los investigadores era que intentaba huir hacia otra provincia o incluso salir del país, utilizando transporte público para evitar ser rastreado.

El operativo policial dio resultados en menos de 24 horas. Joaquín Alfredo Pérez, de 29 años, fue interceptado por la Policía de Corrientes en un control vehicular de la Ruta Nacional N.º 12, a la altura del puesto caminero “San Borjita”, en el kilómetro 1319.

El sospechoso viajaba en un colectivo de larga distancia rumbo a Posadas, intentando cruzar la provincia sin levantar sospechas. Al ser identificado, no opuso resistencia y fue trasladado a disposición de la Justicia chaqueña.

Fuentes policiales confirmaron que Pérez será imputado por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, una calificación que podría derivar en prisión perpetua si la Justicia acredita la premeditación del ataque.

De acuerdo con los primeros informes forenses, Érica Almirón Romero murió por asfixia, aunque se esperan los resultados complementarios de la autopsia para determinar si la joven fue sedada, forzada a ingerir sustancias químicas o si sufrió algún otro tipo de violencia previa.

La investigación busca esclarecer cómo ingresó el sospechoso al departamento, si la víctima tenía medidas de protección vigentes y qué rol cumplió el entorno familiar en la detección de posibles amenazas.

El caso se encuentra bajo estricto seguimiento judicial, ya que las autoridades lo consideran un femicidio con indicios de premeditación.

Si bien la investigación sigue su curso, los primeros testimonios recolectados entre familiares y vecinos de la víctima indican que la relación entre Érica y Joaquín Alfredo Pérez había sido conflictiva.

Amigos de la joven sostuvieron que ella había decidido terminar la relación hacía meses, pero que el acusado la hostigaba de manera insistente. Incluso trascendió que había amenazas previas, aunque no existen registros públicos de denuncias formales.

La carta de confesión, donde Pérez habla de “venganza”, refuerza la hipótesis de un crimen pasional con planificación previa, lo que podría agravar su situación judicial.

Mientras la familia de Érica exige justicia y esclarecimiento total, la fiscalía continuará con la recolección de pruebas, análisis de teléfonos celulares, cámaras de seguridad y pericias psicológicas al acusado.

Se espera que en las próximas horas se formalice la imputación y se solicite la prisión preventiva, mientras se avanza en la reconstrucción de las últimas horas de vida de Érica.