Radiografía del trágico accidente de Miami Beach en el que murió Mila Yankelevich y otra niña

Martes 29 de Julio de 2025, 22:05

Todo ocurrió el lunes a las 11 de la mañana frente Hibiscus Island, en la Bahía de Biscayne, cuando una barcaza impactó contra el velero en el que iba la nieta de Cris Morena.



Mientras avanza la investigación de la Guarda Costera, sigue la conmoción por el trágico accidente en Miami Beach en el que una barcaza embistió a un velero y se cobró la vida de Mila Yankelevich -la nieta de siete años de Cris Morena- y de otra nena argentina.

De acuerdo a lo que trascendió hasta el momento, el bote deportivo zarpó 11:15 (hora local) al comando de una instructora de 19 años, con cinco chicos a bordo, de entre siete y 13 años a bordo; entre ellos, Mila.

El velero avanzó algunos metros cuando la barcaza -que llevaba una grúa alquilada y era empujada por un remolcador- lo embistió frente Hibiscus Island, en la Bahía de Biscayne. Según las imágenes del momento, el velero quedó debajo de la proa de la otra embarcación.

A raíz de la fuerte colisión, todos los ocupantes del bote deportivo cayeron al agua. Mila, hija de Tomás Yankelevich, llegó sin vida al hospital, al igual que otra de las nenas. Dos compañeras, de ocho y 11 años, permanecen internadas en estado crítico. La instructora y una chica de 12 años están fuera de peligro.

Las autoridades señalaron que el grupo formaba parte de un campamento de verano de la Miami Youth Sailing Foundation, una organización local dedicada a la enseñanza de navegación para chicos.

“Hay que saber si todos sabían navegar. Una instructora de 19 años puede tener vasta experiencia, pero podía ir distraída -señaló el perito naval Marcelo Sarpero en Telenoche-. Sería ideal salir con un dispositivo de autoflotación, que es más cómodo que el chaleco de salvación y amortigua los golpes, pero evidentemente no lo tenían”.

A su vez, advirtió sobre una “sucesión de errores” que habrían cometido ambas embarcaciones. Por un lado, indicó que el velero iba sobrecargado y que la instructora pudo distraerse al volante, mientras que la barcaza navegaba a mucha velocidad y no contaba con un vigía en la proa que comunicara al capitán la eventual ubicación de otra embarcación.

 

El comandante Frank Florio, jefe del sector Miami de la Guardia Costera, expresó: “Nuestros corazones están con las familias de quienes perdieron la vida y con todos los afectados por esta tragedia. Incidentes como este dejan una marca imborrable en nuestra comunidad marítima y refuerzan la importancia de aprender de cada pérdida. Vamos a realizar una investigación exhaustiva para determinar los factores causales y buscar medidas que ayuden a prevenir tragedias similares en el futuro”. /TN