Sábado 02 de Agosto de 2025, 07:18
Un violento temporal de viento zonda, nevadas intensas y nubes de polvo azotó desde el jueves por la noche la región cordillerana y la Puna catamarqueña, dejando a su paso viviendas dañadas, techos volados, árboles arrancados y una amplia interrupción de servicios básicos como electricidad y agua potable en distintas localidades. Las ráfagas llegaron hasta los 120 kilómetros por hora, según confirmó Defensa Civil provincial, que desplegó operativos de asistencia y relevamiento en las zonas más afectadas.La localidad de Laguna Blanca, en el departamento Belén, fue una de las más golpeadas por el fenómeno meteorológico. Vecinos y turistas vivieron momentos de pánico cuando el viento arrancó paneles solares, destruyó cristales de vehículos y provocó severos daños en la infraestructura de la hostería local. “La nube de polvo no nos dejaba ver nada; fue desesperante”, relató un poblador a los equipos de emergencia que arribaron al lugar.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido alertas para varios departamentos del oeste provincial, entre ellos Antofagasta de la Sierra, Tinogasta, Santa María, Andalgalá y Pomán, donde las ráfagas oscilaron entre los 60 km/h y los 120 km/h. A pesar de los avisos, la magnitud del temporal sorprendió a muchos pobladores.
En Fiambalá, el segundo distrito más afectado, se combinaron el zonda y fuertes nevadas en zonas cordilleranas, que provocaron el cierre preventivo del complejo termal debido al riesgo de desprendimientos en la montaña. La visibilidad en rutas se redujo drásticamente, complicando la circulación vehicular y haciendo intransitable el Paso San Francisco hacia Chile, que fue cerrado de manera preventiva.
El Balcón del Pissis, uno de los atractivos turísticos más visitados de la región, también fue clausurado hasta nuevo aviso, en tanto que las condiciones extremas de nieve y viento en zonas mineras despertaron la preocupación de las autoridades por la seguridad de los trabajadores, muchos de los cuales no pudieron evacuar por el estado de los caminos.Pese a los destrozos materiales, no se reportaron víctimas. Aun así, la situación es crítica: varias localidades quedaron sin luz ni agua, y los servicios de emergencia trabajan contrarreloj para restablecer la normalidad. Una comitiva de la Dirección de Protección Civil y Gestión de Riesgos, junto al Ministerio de Desarrollo Social, viajó hasta Laguna Blanca para brindar asistencia y relevar daños casa por casa.
Las autoridades instaron a restringir los viajes hacia las zonas afectadas, especialmente hacia Laguna Blanca y áreas de alta montaña. "Si no es imprescindible, lo mejor es reprogramar el viaje", fue la recomendación oficial. La prioridad ahora es contener la emergencia y prevenir nuevos incidentes, ya que las condiciones climáticas extremas podrían repetirse en las próximas horas.
Mientras tanto, Catamarca permanece en alerta y monitoreo constante ante uno de los temporales más intensos registrados en la región en los últimos años.