Sábado 23 de Agosto de 2025, 11:39

Detrás de esta tendencia está un debate sobre qué esperar realmente de este tipo de tratamientos y hasta qué punto los videos reflejan la experiencia clínica.
Por Contexto Tucumán
Los videos de ajustes quiroprácticos en perros se han convertido en un fenómeno en redes sociales, especialmente en TikTok, donde algunas publicaciones alcanzan cifras millonarias de visualizaciones. Detrás de esta tendencia está un debate sobre qué esperar realmente de este tipo de tratamientos y hasta qué punto los videos reflejan la experiencia clínica.
Uno de los referentes en este terreno es el
doctor Whitley, quiropráctico veterinario con sede en Oklahoma y propietario de
Oklahoma Chiropractic Group. Su cuenta de TikTok supera los 1.7 millones de seguidores y algunos de sus videos han alcanzado más de 150 millones de reproducciones. En ellos, se muestra ajustando la columna vertebral de perros y otros animales, una práctica que genera
tanta fascinación como polémica.
Un profesional con formación especializadaWhitley se graduó en bioquímica y biología molecular en la Universidad Estatal de Oklahoma y posteriormente obtuvo su doctorado en quiropráctica en la Universidad Parker. Para ampliar su campo de acción, realizó además una formación adicional que le permite trabajar con animales.

En entrevista con Insider, explicó que muchos propietarios llegan a su consulta con expectativas irreales, moldeadas por videos virales en internet. “Algunos esperan un ‘crujido’ sonoro y un perro relajado al instante, pero la realidad es que muchos llegan con dolor, y los ajustes pueden resultar incómodos”, señaló.
Diferencias con otros quiroprácticos y costosWhitley ha señalado que ciertos videos populares, como los del alemán Murat Colak, muestran posturas poco comunes en la práctica quiropráctica y crujidos que podrían estar exagerados. Aunque insiste en que no busca desacreditar a otros colegas, sí recalca la importancia de informar adecuadamente a los dueños sobre qué esperar.
Las discrepancias alcanzan también el terreno económico: mientras Whitley cobra entre 40 y 100 dólares por sesión, dependiendo del tamaño del animal, Colak llega a pedir 250 euros (unos 265 dólares) por tratamiento, según declaró a través de WhatsApp.
Una práctica extendida más allá de los perrosAunque los videos se centran en caninos, Whitley asegura que ha tratado a una amplia variedad de animales: caballos, toros, tigres, e incluso zorrillos. Según explica, la mayoría llega con alguna lesión y reacciona de forma agresiva porque el ajuste toca zonas doloridas. En animales grandes y potencialmente peligrosos, como los toros o los felinos, a veces es necesario aplicar sedación para garantizar la seguridad.
Críticas, amenazas y defensa de la prácticaLa popularidad también ha traído consecuencias negativas. Whitley afirma haber sido acusado de maltrato animal y objeto de múltiples denuncias ante la Junta de Verificación de Examinadores Médicos Veterinarios de Oklahoma. Además, asegura recibir amenazas de muerte y mensajes de acoso.
“No se trata de infligir dolor, sino de corregir problemas que a la larga mejoran la calidad de vida del animal”, sostiene. Cita casos de perros con convulsiones que dejaron de presentarlas tras un ajuste espinal, lo que, asegura, demuestra beneficios neurológicos más allá del alivio del dolor.
Entre la ciencia y la percepción públicaLa quiropráctica animal, al igual que la humana, se mueve en un terreno donde conviven el entusiasmo de quienes la promueven y el escepticismo de quienes dudan de su efectividad. Lo cierto es que, más allá de los millones de vistas en TikTok, la práctica sigue enfrentándose a la necesidad de explicar con claridad qué es mito, qué es espectáculo y qué puede aportar realmente a la salud de las mascotas.
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