Domingo 24 de Agosto de 2025, 07:18

BAJO PRESION. Los empresarios nucleados en la COPAL celebraron el 50º aniversario de la entidad con fuertes pedidos al gobierno nacional.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) celebra este lunes su 50º aniversario con un cambio de imagen institucional: el tradicional logo con un pingüino, que había surgido en 1975 como símbolo del congelamiento de precios de aquella época, será reemplazado por la inicial C. Pero más allá de la renovación visual, el sector llega a esta fecha con un reclamo central: reformas profundas en materia impositiva, laboral y de comercio exterior para poder recuperar el terreno perdido.Carla Martín Bonito, presidenta de Copal y primera mujer en encabezar la entidad tras suceder a Daniel Funes de Rioja en 2024, advirtió que la Argentina lleva 12 años sin crecimiento en la producción de alimentos y bebidas. Hoy, la capacidad instalada se utiliza apenas en un 60%, con un 40% ocioso, pese a que se trata del sector industrial más importante del país, con presencia en todas las regiones.
El contraste con países vecinos es evidente: mientras Brasil y Uruguay expandieron sus exportaciones, Argentina mantiene estancados sus envíos en torno a los US$ 30.000 millones anuales, lo que representa el 40% de las exportaciones totales. Cinco países concentran un tercio de ese mercado: India, China, Brasil, Vietnam y Chile.
Bonito remarcó que Argentina solo participa con 1,5% en el comercio global de alimentos. La explicación, señaló, está en la falta de acuerdos internacionales: “El 90% del comercio mundial se da dentro de marcos de libre comercio. Argentina tiene 10 convenios; Chile 30 y la Unión Europea más de 110”.
Según Copal, si se implementan las reformas necesarias, el número de empresas exportadoras podría duplicarse o triplicarse en poco tiempo. Hoy solo 1.300 compañías de un universo de 14.700 venden al exterior.
Uno de los reclamos más fuertes apunta a la presión fiscal. Copal aseguró que los impuestos nacionales, provinciales y municipales representan 40% del precio de los alimentos y casi 50% en bebidas, aportando el 62% de la recaudación industrial. Además, un relevamiento en 28 empresas mostró que mantienen $ 32.000 millones inmovilizados en créditos de Ingresos Brutos.
La cámara propone eliminar tributos distorsivos como adelantos de Ingresos Brutos o tasas municipales sin contraprestación, que pueden significar hasta 1,8% adicional en el precio al consumidor.
Otro punto sensible es el esquema laboral. Copal plantea la necesidad de modernizar el sistema para reducir costos no salariales, que hoy representan entre el 25% y el 40% del sueldo de bolsillo. También reclama unificar criterios en materia de litigiosidad laboral, que se duplicó en los últimos años, y establecer una fórmula única para calcular indemnizaciones, ya que los montos actuales pueden ser hasta 20 veces superiores al original.
La entidad insiste en la necesidad de diversificar la matriz productiva. Hoy, el precio promedio de exportación por tonelada de alimentos argentinos es de US$ 600, muy por debajo del rango internacional de US$ 1.500 a 2.000. “El reto es transformar la producción primaria en valor agregado”, sintetizó Bonito.
En el marco de su aniversario, Copal presentará este lunes en La Rural un documento con sus demandas al Gobierno nacional. Confirmaron su asistencia el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller, Gerardo Werthein; y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Para la cámara, con un aporte del 30% al PBI industrial y el 33% del empleo manufacturero formal, el sector de alimentos y bebidas es un motor clave de la economía, comparable al agro, Vaca Muerta y el litio. “Estamos listos para despegar, pero necesitamos un marco competitivo”, concluyó Bonito.
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