Censura previa: el día que Tato Bores le cantó a “la jueza Barú Budú Budía” con un coro estelar

Martes 02 de Septiembre de 2025, 19:24

Tato Bores.



En medio de la filtración de grabaciones a la secretaria general de la presidencia Karina Milei en Casa Rosada, la denuncia del Gobierno por una supuesta “operación de inteligencia” y la posterior medida judicial que prohíbe su difusión, se desató en las redes sociales un debate público en torno a la libertad de prensa que trajo a colación la disputa que en 1992 llevó adelante el humorista “Tato” Bores y la jueza María Servini.

El domingo 10 de mayo de 1992, antes de la emisión de su programa “Tato de América” por Canal 13, una orden judicial lograda por la entonces jueza María Romilda Servini de Cubría impidió que uno de los segmentos más esperados saliera al aire.

La magistrada había intercedido tras argumentar un llamado anónimo que la alertaba sobre escenas “injuriosas y difamantes hacia su persona”, a pesar de no haber visto el material.

El sketch en cuestión presentaba a uno de los icónicos personajes de Bores, Helmut Strasse, un arqueólogo del año 2492 que investigaba objetos de una desaparecida Argentina. En su “descubrimiento”, Strasse hacía mención a una multa “simbólica” de 60 pesos que la Corte Suprema de Justicia le había impuesto a Servini de Cubría.

El motivo de esta sanción, lejos de ser menor, era consecuencia de las irregularidades detectadas en la mediática causa por lavado de narcodólares conocida como “el caso Yoma”, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem.

La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal hizo lugar al reclamo de Servini de Cubría, y así, dos fragmentos del programa fueron brutalmente censurados, apareciendo en pantalla con sendas placas negras que rezaban “censura judicial”.


Este acto de censura previa, en plena democracia, encendió las alarmas y provocó una reacción inmediata de la comunidad artística.

En un gesto de profundo repudio y solidaridad, una convocatoria inédita reunió a una constelación de artistas y figuras reconocidas en el mismo estudio de Canal 13.

Allí, en una demostración espontánea de apoyo a la libertad de expresión, se formó un multitudinario coro improvisado que, bajo la dirección del propio Tato Bores, entonó el estribillo que pasaría a la historia: “La jueza Barú Budú Budía es lo más grande que hay”.


La lista de quienes acompañaron a Tato ese día es un testimonio de la transversalidad y el peso de la convocatoria. Entre ellos, brillaron nombres como Enrique Pinti, Luis Brandoni, Luis Alberto Spinetta, Patricia Sosa, Cipe Lincovsky, Jorge Guinzburg, Miguel Ángel Solá, Roberto Carnaghi, Hugo Arana, Darío Grandinetti, Ricardo Darín, Gustavo Cerati, Zeta Bosio, Soledad Silveyra, China Zorrilla, Magdalena Ruiz Guiñazú, Mónica Gutiérrez, Fernando Bravo, Juan Alberto Badía, Mario Pergolini, Nicolás Repetto, María Laura Santillán, Víctor Hugo Morales y Alejandro Dolina, entre muchos otros.

Este “coro a capella” improvisado se convirtió en un acto de profundo rechazo a la censura y una vibrante defensa de la libertad de expresión, cuyas rimas, surgidas en el momento, quedaron grabadas para siempre en la memoria colectiva de la televisión argentina.

La censura a Tato Bores, lejos de silenciarlo, magnificó su voz y la de todo un país que reclamaba un periodismo y un humor sin ataduras. /La Voz