La odisea de ser cliente de Telecom: denuncias y condenas millonarias exponen fallas crónicas del servicio (IA)

Miércoles 03 de Septiembre de 2025, 21:18





Informe elaborado por Gemini IA

BUENOS AIRES — Para miles de argentinos, la experiencia de contratar un servicio de Telecom, ya sea de telefonía, internet o televisión por cable, a menudo se transforma en un calvario de frustración y burocracia. Los testimonios de los usuarios, combinados con las estadísticas de los organismos reguladores y los contundentes fallos judiciales, dibujan una radiografía de una empresa con problemas sistémicos en la prestación de sus servicios y en su trato con los consumidores.

Las denuncias contra Telecom y sus marcas asociadas (Personal, Fibertel, Flow) la posicionan constantemente entre las empresas con más quejas en el país. El sector de las telecomunicaciones en su conjunto ha liderado el ranking de reclamos nacionales durante siete meses consecutivos. Un informe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires revela que la marca Flow/Cablevisión tiene la peor imagen negativa entre los usuarios de CABA, con un 37,7% de calificaciones "malas" o "muy malas".  

Facturación indebida y servicios Inexistentes: el origen de la Angustia

El eje central de la indignación de los consumidores son los persistentes problemas de facturación. Miles de usuarios denuncian que se les sigue cobrando por servicios que ya habían dado de baja. Francisco, uno de los tantos afectados, relató cómo, a pesar de haber solicitado la baja de su línea y haber saldado sus deudas, la empresa continuó reclamándole pagos, y la atención al cliente se tornó "imposible".  

Estos cobros, calificados como "irrisorios" por los propios damnificados , incluyen la no aplicación de descuentos prometidos o la facturación de servicios que nunca fueron brindados, como el caso de una usuaria que se mudó y le hicieron un débito automático por un servicio que no llegaba a su nuevo domicilio. En el colmo de la ineficiencia, en algunos casos se han reportado casos de la venta de "deudas inexistentes" a estudios de cobranza, que acosan a los clientes con llamadas y correos diarios por un pago que ya fue saldado o que no corresponde.  

Detrás de la facturación errónea a menudo se esconde un problema más grave: la deficiente calidad del servicio. Los reclamos por "incumplimiento total de la prestación del servicio" son los más comunes en el sector de las comunicaciones. Un fallo judicial en José León Suárez documentó un caso de mal funcionamiento de una línea telefónica que se extendió por más de un año, a pesar de 105 reclamos formales. Un informe pericial en este caso incluso atribuyó las bajas velocidades de internet a la mala instalación de los cables.  

La falta de una respuesta técnica efectiva es una queja recurrente. Los usuarios relatan cortes reiterados, baja velocidad de internet, y la total desconexión del servicio sin que la empresa envíe técnicos o brinde una solución a tiempo. En localidades como Villa Adelina o en zonas de la provincia de Buenos Aires, los robos de cables han dejado a barrios enteros sin servicio durante meses, mientras las facturas siguen llegando puntualmente.  

La Justicia habla: condena por "trato indigno" y multas multimillonarias

El calvario de los usuarios ha encontrado eco en el poder judicial. Los tribunales no solo han validado la existencia de estos problemas, sino que han sancionado las prácticas de la empresa como un "trato indigno". Un fallo de la Secretaría de Defensa del Consumidor de Salta multó a Telecom por no suministrar información clara y por trato indigno a un cliente que intentó dar de baja un servicio que no recibía.  

El caso más resonante es el de la "condena histórica" dictada por un juzgado de Mar del Plata, que ordenó a Telecom pagar una indemnización de más de $610 millones a un cliente por "trato indigno y falta de información".
La jueza Gabriela De Sábato determinó que la empresa no solo violó su deber de información, sino que retuvo "cautivo" al cliente, obligándolo a transitar un "largo, tedioso y vejatorio camino para lograr el reconocimiento de sus derechos". El monto de la multa fue intencionalmente alto, con un fin "ejemplificador" y "disuasorio", para evitar que este tipo de maltrato se repita con otros clientes.  

La narrativa del "trato indigno" se refleja en los testimonios que circulan en la web: usuarios que son transferidos entre operadores sin obtener soluciones, llamadas que son cortadas, o la simple negativa a otorgar un número de reclamo para evitar la escalada del problema a ENACOM. Esta situación ha llevado a una sensación de resignación, con muchos consumidores que, en foros, afirman que "no hay vuelta" y que "todas las empresas son igual de malas" .  

Estos conflictos, tanto individuales como en litigios colectivos , demuestran que las quejas contra Telecom no son meros incidentes aislados. Son el reflejo de un modelo de negocio que, a pesar de las presiones financieras del sector , genera un profundo descontento en su base de clientes y está siendo cada vez más castigado por la justicia.