Lunes 08 de Septiembre de 2025, 12:53
Erin Patterson, la mujer que mató a tres familiares con un lomo Wellington repleto de hongos venenosos fue condenada este lunes a cadena perpetua con un mínimo de 33 años, sin posibilidad de libertad condicional.
Con esta decisión de la Corte suprema de Victoria, la justicia australiana cerró uno de los capítulos más oscuros de su historia reciente aunque el juicio dejó más preguntas que respuestas sobre el crimen.
La escena en la sala del tribunal fue tensa y cargada de emociones, según el diario The Guardian. Patterson, con el mentón en alto y una actitud casi desafiante, escuchó la sentencia sin mostrar emociones. Sin embargo, sus manos delataron el nerviosismo: las apretó con fuerza en su regazo, moviendo los dedos de manera constante, como si intentara calmar su propio pulso.
Erin Patterson fue condenada a cadena perpetua por el crimen.
Un crimen que dejó una herida profunda en dos familias
El 29 de julio de 2023, Erin Patterson organizó un almuerzo en su casa para los padres de su exesposo, Don y Gail Patterson, y para su tía y tío políticos, Heather e Ian Wilkinson. El menú: un clásico lomo Wellington, pero con un ingrediente letal. Según determinó el jurado, Patterson adulteró la comida con hongos “death cap”, una de las especies más venenosas del mundo.
Poco después, los comensales comenzaron a sentir fuertes dolores abdominales, náuseas y vómitos. Al día siguiente, los cuatro fueron internados. Solo Ian Wilkinson logró sobrevivir, tras semanas en terapia intensiva y con secuelas graves.
La mujer puso hongos letales en la comida.El juez Christopher Beale fue contundente al leer la sentencia en la Corte Suprema de Victoria, que fue retransmitida en directo en un hecho inédito. Destacó la
“enorme traición de confianza” de
Patterson, quien envenenó a personas que la habían tratado bien durante años.
“No solo truncaste tres vidas y causaste daños irreparables a la salud de Ian Wilkinson, devastando a las familias Patterson y Wilkinson, sino que también infligiste un sufrimiento incalculable a tus propios hijos, a quienes les robaste a sus abuelos”, remarcó el magistrado.
El juicio y las claves de la condenaDurante el proceso, que se extendió por 11 semanas, el juez repasó los detalles más escalofriantes: la búsqueda de información sobre hongos venenosos en internet más de un año antes del crimen, las mentiras sobre supuestos problemas de salud y la meticulosa preparación del almuerzo fatal.
Beale también subrayó la frialdad de
Patterson tras el hecho y su intento de encubrir el crimen.
“Tus víctimas eran todos familiares políticos. Más allá de eso, habían sido buenos con vos y con tus hijos durante muchos años, como reconociste en tu testimonio”, señaló.
El crimen de Erin Patterson cautivó al público australiano.
En la sala, la tensión era palpable. El público, periodistas y familiares siguieron cada palabra del juez. Dos de los jurados del juicio estuvieron presentes, así como los únicos dos apoyos de
Patterson: su apoderado y una amiga.
El misterio del motivo y el impacto en la sociedad
A pesar de la montaña de pruebas y testimonios, una pregunta quedó sin respuesta: ¿por qué lo hizo? El propio juez Beale lo dejó claro: “Solo vos sabés por qué cometiste estos delitos. No voy a especular sobre ese asunto”.
Ian Wilkinson fue el único sobreviviente del almuerzo fatal.Las familias de las víctimas describieron el crimen como
“sin sentido”. Ian Wilkinson, el único sobreviviente, estuvo presente en la audiencia y, en su declaración, lamentó que
“nuestra sociedad preste tanta atención a quienes hacen el mal y tan poca a quienes hacen el bien”. A pesar de todo,
Wilkinson ofreció su perdón a Patterson, y el juez le recomendó que tomara esa oportunidad.
Una condena ejemplar y un final abiertoTras la sentencia,
Patterson fue trasladada al penal de máxima seguridad Dame Phyllis Frost, en las afueras de Melbourne, donde ya llevaba 15 meses en aislamiento. El juez advirtió que su notoriedad podría mantenerla en esas condiciones durante años. /
TN