Quedó inaugurado el segundo módulo de pabellones de Benjamín Paz y alcanzó las 1.600 plazas
Martes 16 de Septiembre de 2025, 13:12
“Las empresas tucumanas demostramos que estamos a la altura de la circunstancia”, aclaró el presidente de la Cámara de la Construcción.
En un acto encabezado por el gobernador Osvaldo Jaldo, se inauguró este martes la segunda y última etapa del complejo penitenciario de Benjamín Paz, obra de gran envergadura que, según remarcó el presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción, Jorge Garber, representa un hito en la infraestructura de seguridad de la provincia.
El predio, de 130 hectáreas, alberga los primeros ocho pabellones del penal, además de una escuela-taller, áreas de recreación, leoneras, espacios de audiencias judiciales y un muro perimetral reforzado con tres cercos de seguridad que demandaron 25 kilómetros de alambrado.
“La capacidad instalada es de 1.600 reclusos. Hoy se suman cuatro pabellones con espacio para 100 internos más”, explicó Garber.
El empresario explicó el rol de las compañías locales en la construcción. “Las empresas tucumanas demostramos que estamos a la altura de la circunstancia. Todos los materiales se fabricaron en la provincia, salvo algunos insumos tecnológicos. Llegamos a tener cerca de mil trabajadores en obra”.
También resaltó el impacto económico y social que generó el emprendimiento en la zona. “La obra significó trabajo para cientos de familias y un dinamismo regional en Benjamín Paz y alrededores”.
Consultado por el financiamiento, precisó: “Esto se hizo todo con fondos provinciales. El Gobierno de Tucumán terminó pagando la obra. Se inició con recursos propios, luego se paralizó con un 22% de avance y, tras la emergencia de obra pública, se retomó con aportes provinciales. A valores actuales, volver a hacerla costaría entre 55.000 y 60.000 millones de pesos”.
Finalmente, comparó la magnitud de la penitenciaría con proyectos de escala nacional. “Es una obra equiparable a la remodelación del aeropuerto de Tucumán. Tiene un enorme valor en términos de seguridad e infraestructura, pero también como motor económico en un contexto en que la obra pública está paralizada en gran parte del país”. /La Gaceta