Martes 23 de Septiembre de 2025, 07:15
El ministro de Economía, Luis Caputo, encabezó este lunes un encuentro en el Palacio de Hacienda con representantes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), para exponer los detalles de la medida que elimina hasta el 31 de octubre las retenciones a los granos y sus subproductos, como también carnes bovinas y avícolas, con un tope de liquidación de exportaciones de hasta U$S 7.000 millones.
Tras el encuentro, Caputo ratificó ante el sector privado que “siempre afirmamos que una de las prioridades de este Gobierno nacional es eliminar las retenciones”. A la vez, destacó que “ante cualquier situación circunstancial, siempre optamos por bajar impuestos y no por subirlos”.
La disposición apunta a incentivar la liquidación anticipada de stocks de soja y maíz para destinar esos dólares a recuperar las reservas internacionales y dar señales de pago de deuda al mercado.
Ahora, hay que tener en cuenta la posible existencia de 15 millones de toneladas de soja y 14 millones de toneladas de maíz, los que podrían destinarse a exportaciones y generar ingresos, más allá del tope de U$S 7.000 millones.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), se plantean tres escenarios posibles de liquidación, que combinaron distintos porcentajes de ventas para ambos cultivos: 1) 40% de liquidación del stock de maíz y 100% del stock de soja; 2) 60% de maíz y 90% de soja; y 3) 80% del stock de maíz y 80% del de soja. En todos los casos se alcanza el tope fijado por Nación.
El costo fiscal directo de la medida, es decir, la pérdida de recaudación por retenciones, se estima entre U$S 1.460 millones y U$S 1.600 millones, equivalente al 0,25% y 0,28% del PBI, según el escenario estimado por la consultora privada en los tres casos.
Sin embargo, se prevén dos efectos indirectos que podrían compensar parcialmente esa pérdida: un incremento en la base imponible del impuesto a las Ganancias y una mayor renta disponible para productores, lo que podría traducirse en más consumo e inversión.
Apronor advirtió que la baja de retenciones “beneficia más a las cerealeras que a los productores”
Considerando esa mayor recaudación potencial, el costo fiscal neto para el Gobierno Nacional se reduciría a entre 0,23% y 0,26% del PBI, dependiendo del escenario. No obstante, dado que el impuesto a las Ganancias se tributa el año siguiente, existe un desfasaje temporal en el ingreso efectivo.
Si se compara con las previsiones del Presupuesto 2026, el costo fiscal directo imputable específicamente al ejercicio 2025 se calcula en 0,15% del PBI (unos U$S 1.000 millones). Con el efecto del impuesto a las Ganancias incluido, el costo neto se ubicaría en 0,14% del PBI. Esto representa más o menos un 46% del superávit fiscal previsto en el presupuesto (0,3% del PBI), finalizó Iaraf.