Miércoles 08 de Octubre de 2025, 12:21
En la profunda crisis política francesa aparece una luz, cuando se cumple el plazo por la noche de este miércoles para encontrar una solución. La posibilidad es la de haber encontrado un consenso para conseguir un presupuesto antes de fin de año, lo que aleja la posibilidad de una disolución de la Asamblea Nacional y elecciones legislativas para romper el actual bloqueo.
Un primer ministro de izquierda podría ser parte de esta negociación, cuando todo el país está atónito y extremadamente preocupado ante esta catástrofe política. Para que sobreviva esta opción debe haber un acuerdo de no censura parlamentaria y aceptar la reforma de las jubilaciones.
Presupuesto y pensiones como salidaEl primer ministro renunciante Sébastien Lecornu habló al país en la mañana del miércoles, cuando
el presupuesto y las reformas de la jubilación son los dos temas que exigen los partidos para ser debatidos y votados en el Parlamento."Existe el deseo de tener un presupuesto para Francia antes del 31 de diciembre" para evitar "la posibilidad de una disolución", declaró Lecornu.
Emmanuel Macron. Esta "voluntad de generar movimiento y convergencia elimina la perspectiva de disolución", argumentó el primer ministro renunciante. Pero "no es suficiente. Este presupuesto debe incluir, obviamente, una serie de parámetros que permitan a Francia avanzar".
"Los ministros que solo hayan sido ministros durante unas horas no tendrán derecho a dietas", enfatizó Sébastien Lecornu.
Este es un punto muy debatido en los últimos días tras la dimisión de Élisabeth Borne, menos de 24 horas después de nombrar a parte de su gobierno, que solo estuvo 14 horas nominado y ninguno pudo asumir. Habitualmente tienen derecho a 3 meses de salario.
El discurso de LecornuLas negociaciones no finalizarán hasta el atardecer, cuando Lecornu informe a un más aislado que nunca presidente Emmanuel Macron el fruto de las negociaciones. Al menos tendría garantizado no tener que renunciar a su cargo de presidente.
Pero se perfila la idea de que podrán nominar un ministro socialista que lleve adelante el debate del presupuesto, sin la amenaza del 49.3, un mecanismo que le permite al primer ministro hacer pasar su presupuesto sin votación en el Parlamento.
La opción socialista
Los socialistas estuvieron una hora y media discutiendo con el premier Lecornu, lo que forzó a postergar los encuentros con los demás partidos.
Son los "candidatos" para destejer esta monumental crisis. Pero al salir de la reunión en el palacio de Matignon, Olivier Faure, su secretario general, dijo que "No tenemos garantías de que se suspenda la reforma de las pensiones". Creen que Lecornu "está condicionado por los suyos", léase Macron.
La cancelación de su reforma de las jubilaciones, conseguida contra manifestaciones y protestas, fue ofrecida por la ex premier y actual ministra de educación, Élisabeth Borne para salvar al país y las diferencias. Pero nadie más habló de ella en el gobierno.
Los socialistas son la última carta para evitar la disolución de la Asamblea Nacional y se ofrecen a destrabar la crisis. Siguen exigiendo el nombramiento de un jefe de gobierno de izquierda, así como la suspensión total de la reforma de las pensiones. Ni un macronista en su gobierno.
"Debemos encontrar una salida a esta crisis. Estamos dispuestos a ser sus artífices", reiteró el primer secretario, Olivier Faure, en la puerta de Matignon el miércoles al mediodía. "Le dijimos al primer ministro que estábamos entre quienes deseaban ver la situación resuelta", dijo.
Pero los socialistas quieren redactar otro presupuesto y no este. Sébastien Lecornu "reiteró su deseo de no usar el Artículo 49.3" para gobernar, lo que permitiría el debate y el voto.
Le Pen censuraráMarine Le Pen y Reagrupación Nacional, su nuevo partido desdiabolizado, reaccionaron inmediatamente contra este incipiente acuerdo de Lecornu con los socialistas. "Se acabó la farsa. Ha durado demasiado. Yo censuro todo", anunció.
Ella es la víctima de esta posibilidad. Para Le Pen, lo más conveniente es la disolución de la Asamblea Nacional, aunque sea Jordan Bardella el candidato, ante la prohibición del Consejo de Estado que ella sufre al haber sido condenada judicialmente por corrupción.
Las encuestas dan a Reagrupación Nacional ganador, pero no de una mayoría absoluta, si disuelven la Asamblea Nacional. El 53 por ciento de los franceses se niega a aceptar un Voto Republicano para hacer frente a los lepenistas, como hicieron en todas las elecciones en que avanzó la ultraderecha. Votar al ex Frente Nacional se volvió aceptable en Francia en esta nueva era populista.
El drama de la reforma de pensionesEl primer ministro Lecornu está haciendo todo para evitar la disolución de la Asamblea Legislativa. Su objetivo es conseguir un consenso interparlamentario para votar el presupuesto y que nadie lo censure. Pero la eliminación de la reforma de pensiones puede dividir el consenso, incluido en la derecha.
La tensión aumenta entre los conservadores Los Republicanos (LR). Varios diputados de LR se distanciaron de Bruno Retailleau, después de que el líder del partido estableciera la suspensión de la reforma de las pensiones como una "línea roja absoluta" para cualquier participación en el gobierno. Julien Dive y Vincent Jeanbrun, miembros del grupo de Los Republicanos en la Asamblea Nacional, cuestionan esta postura, considerándola demasiado rígida.
"No es la dirección de LR la que tiene el poder de censurar o no, ¡son los diputados! Por lo tanto, son los diputados de Los Republicanos quienes se pronunciarán y nadie más", declaró Julien Dive en X.
¿Un primer ministro de izquierda?Después de los socialistas, llegaron a Matignon los comunistas, que son fundamentales para rellenar votos y acuerdos en este país. Luego los verdes, los Radicales y los Radicales de Izquierda, todos votos esenciales para una Asamblea Nacional sin mayoría.
"Pedimos un primer ministro de izquierda", declaró el comunista Fabien Roussel. Al salir de Matignon, el secretario nacional del PCF, afirmó haber informado al primer ministro saliente de que su partido quiere "un presupuesto para finales de año" y que sigue dispuesto a trabajar.
"Le reiteramos a Sébastien Lecornu la necesidad de reformas importantes, como la de las pensiones. Su derogación debe someterse a votación parlamentaria", añadió el diputado del Norte, Fabien Roussel.
Pero el Bloque de Izquierda, que ganó una mayoría en la Asamblea Nacional, está desunido y peleado con La Francia Insumisa (LFI), que no será parte del gobierno. No quieren hacer un salvataje de la macronia. Aplicarán un voto de censura.
Macron tiene la última palabraLecornu irá a las 8 de la noche (hora de Freancia) a la televisión a ofrecer un reportaje. Será después de haberse encontrado con el presidente Emmanuel Macron para mostrarle sus soluciones.
El presidente es la única persona con capacidad para nombrar a un nuevo jefe de gobierno, según la Constitución. Hasta ahora son los socialistas los artífices de "desbloquear la situación".
Pero Macron detesta a los socialistas. Fue parte de su gobierno junto a François Hollande y no los quiere cerca. Los traicionó con su candidatura presidencial. No cree en los partidos ni en la trenza ni en la negociación política, cuando en la profundidad de esta crisis es el único camino.
Los socialistas no quieren un gobierno de unión con la macronia sino "un gobierno de cohabitación". Macron probablemente quiere un Lecornu II, otro gobierno macronista. ¿Pero cómo?
A medida que se acerca el plazo de 48 horas que Emmanuel Macron le dio para su misión de última hora, Sébastien Lecornu ha anunciado que hablará esta noche en el informativo de las 8 de la noche en France 2. Salvo una gran sorpresa, su presencia impide un discurso de Macron y "elimina la posibilidad de disolución".
Podría haber sido un discurso formal del Presidente de la República anunciando la disolución de la Asamblea Nacional. El martes había convocado a la presidenta de la Asamblea Nacional y al del Senado, una obligación para anunciarlo. Pero discutió con ellos el presupuesto.
El presidente no será expulsadoAl menos el presidente Emmanuel Macron no será expulsado de su cargo, como proyectaba La Francia Insumisa. Su moción fue votada en la Asamblea Nacional y la perdieron.
"Le Pen salva a Macron de nuevo", declaró Manuel Bompard, de La Francia Insumisa.
La moción de censura acaba de ser declarada inadmisible por la mesa de la Asamblea Nacional. El coordinador nacional de LFI, Manuel Bompard, explicó en X que la izquierda votó "a favor", los macronistas y Los Republicanos "en contra", y que los representantes de Reagrupación Nacional (lepenistas) optaron por "abstenerse".
LFI promete censurar a "cualquier gobierno que continúe con las políticas macronistas".
Sobre la idea planteada de un gobierno con Jean-Noël Barrot al frente de la Cancillería y Sébastien Lecornu en las Fuerzas Armadas, La Francia Insumisa se mantiene firme: "Censuraremos a cualquier gobierno que continúe con las políticas macronistas".
La crisis política impacta en la calle, en los bares y en los bistrós de Francia. La gente no sale a comer, no gasta. Espera, siente inquietud, llama a los políticos "a la unidad" y la crisis comienza a fragilizar el consumo. /
Clarín