Una joya histórica de Tucumán: cómo marcha la restauración del Templo de San Francisco

Sábado 25 de Octubre de 2025, 12:04





En pleno corazón de San Miguel de Tucumán, en la esquina de 25 de Mayo y San Martín, se erige el Templo de San Francisco, una de las edificaciones más emblemáticas de la ciudad. Construido en 1767 y remodelado entre 1879 y 1885, este templo ha sido testigo de momentos cruciales en la historia argentina, como la atención a los heridos de la Batalla de Tucumán en 1812 y la presencia de los congresales en 1816. Además, en su interior se conservan objetos históricos de gran valor, como la mesa donde se firmó el acta de la Independencia y la primera bandera nacional enarbolada en Tucumán.

Sin embargo, en agosto de 2018, el templo fue cerrado al público debido a riesgos estructurales, tras el desprendimiento de un revoque de la fachada. Este incidente encendió las alarmas sobre el estado del edificio y motivó el inicio de un proceso de restauración que se ha llevado a cabo en varias etapas.

La primera etapa de las obras comenzó en abril de 2023 y se centró en la recuperación de la fachada principal. Gracias a un estudio riguroso realizado en colaboración con la Universidad Nacional de Tucumán, se identificaron los colores originales de la época: celeste, rosa y amarillo. Estos tonos fueron restaurados en la fachada, devolviendo al templo su aspecto original.

La segunda etapa, iniciada en mayo de 2025, se enfocó en el muro sur y el campanario del templo, con una inversión provincial de $252 millones.

Recientemente, en septiembre de 2025, se completó la restauración de la fachada sobre la calle San Martín, lo que representa un avance significativo en el proyecto. Sin embargo, aún se requieren $300 millones para afrontar las obras en el interior del templo.

La restauración de la fachada se completó en julio de 2024, permitiendo la reapertura parcial del templo. Sin embargo, la reapertura total, que incluye la restauración del interior y la reanudación de las actividades litúrgicas, aún está en proceso. Aunque no se ha anunciado una fecha exacta, se espera que el templo esté completamente restaurado y operativo hacia finales de 2025 o principios de 2026.

Historia del templo

Los franciscanos llegaron a Tucumán en 1565, poco después de la primera fundación de la ciudad, estableciendo una iglesia y escuela en Ibatín. El edificio actual, construido en el siglo XIX, culminó la nave central en 1887 y fue declarado Monumento Histórico Nacional. A lo largo de los años, el templo fue testigo de múltiples acontecimientos históricos, incluyendo la independencia argentina, y conservó importantes piezas patrimoniales como retablos y objetos religiosos vinculados con figuras de la época.


Con el tiempo, el templo sufrió deterioros significativos. En 2018, una parte de la fachada se desprendió, lo que derivó en una clausura parcial por riesgo de derrumbe. Este hecho marcó el inicio de un ambicioso proyecto de restauración que busca devolverle al templo su esplendor original y garantizar la seguridad de los visitantes.

Etapas de la restauración

Primera etapa:
recuperación de la fachada principal

Se analizaron las capas de pintura originales y se descubrieron los colores originales: celeste, rosa y crema.

La intervención permitió liberar la esquina que estuvo vallada durante casi seis años, devolviendo al templo su visibilidad al público.

Esta etapa se completó en julio de 2024, marcando un hito en la recuperación de la imagen urbana del centro histórico.

Segunda etapa:
muro sur y campanario

Iniciada en mayo de 2025, con una inversión provincial de 252 millones de pesos.

Incluye la restauración de la fachada sobre calle San Martín y del campanario.

Representa un avance significativo hacia la reapertura total del templo.


Próximas intervenciones


Se proyecta la restauración del interior del templo, incluyendo naves, mobiliario histórico, iluminación y accesibilidad.

Se estima que para completar todas las obras se requerirá una inversión adicional de aproximadamente 300 millones de pesos.

La reapertura completa, con acceso total al público y reanudación de actividades litúrgicas, podría concretarse a finales de 2025 o principios de 2026.

El Templo de San Francisco no solo es un espacio religioso, sino también un testimonio vivo de la historia de Tucumán y de la Argentina. Sus paredes guardan memoria de eventos patrios y de la vida cotidiana de generaciones de tucumanos.