Jueves 30 de Octubre de 2025, 20:01

Los deepfakes son videos generados por computadora en los que una persona aparece diciendo o haciendo algo que no dijo o hizo; la imagen y el audio están manipulados para que parezcan reales.
Un precedente histórico en relación a la creación de deepfakes pornográficas ocurrió esta semana en Santa Fe. Un hombre fue condenado luego de generar y difundir imágenes sexuales creadas con inteligencia artificial de más de 80 mujeres residentes de San Jerónimo Sud, un pueblo de 3000 habitantes.El hecho ocurrió en 2023. Las imágenes habían sido difundidas en un grupo de la red de mensajería Telegram, integrado exclusivamente por hombres, y llamado “Chicas de Sanje y la Zona”, en referencia a la localidad. Los integrantes solicitaban imágenes de las mujeres del pueblo y un hombre, vecino de las víctimas, las generaba con IA y las enviaba.
De las más de 80 víctimas, solo 18 se animaron a denunciar en la Fiscalía de San Lorenzo. De aquellas, solo seis sobrevivieron a la larga lucha legal a la que fueron sometidas por la falta de legislación que existe para penalizar las deepfakes porno.
Dos años después, las víctimas lograron, a través de las abogadas Celina Ponti Marcuzzi y Juliana Tagliatti del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino,
una audiencia de conciliación tras un juicio abreviado.
El hombre fue condenado por el delito de injurias, en el marco de violencia digital contra la mujer, y deberá pagar una multa de $20.000 -como establece el Código Penal- y una reparación económica y suma única de $800.000 para las seis víctimas querellantes.
La medida establece un precedente para futuras condenas sobre este tipo de deepfakes, que representan un gran vacío legal en la legislación penal actual. Y además, se trata de una problemática que no para de crecer: el equipo de Ley Olimpia en la Argentina, que lucha para que se legisle y se penalice a quienes crean estas imágenes falsas, contabilizó, al menos,
30.000 grupos en el país que propagan material íntimo, sexual, de explotación sexual de niñas, mujeres y adolescentes, en muchos casos creados con IA.
El hombre condenado en San Jerónimo Sud tenía 48.000 imágenes en sus dispositivos, que incluían enormes cantidades de deepfakes pornográficas de mujeres adultas y menores de edad. La evidencia se descubrió tras un allanamiento que realizaron en su hogar, no por la denuncia por las deepfakes, sino por un antecedente penal previo de distribución y circulación de material pornográfico a raíz de una presentación por la ONG Missing Children.
Actualmente las deepfakes porno no están penalizadas en el país, y hay una enorme lucha de víctimas, abogados y ONGs para que este accionar se incluya como un delito en el Código Penal. Esta causa funcionaría como un precedente.Nilda, una de las víctimas y querellantes del caso de San Jerónimo, aseguró que siente “un poco de paz” tras la condena.
Las víctimas sufrieron depresión, ataques de pánico, separaciones de pareja y cambios en sus trabajos, entre otros conflictos, tras ser expuestas por este vecino.Y sumó: “Nosotras lo hicimos por nosotras y para que ningún hombre haga algo así y le arruine la vida a la gente. Porque realmente te arruina la vida. No lo hicimos por el dinero, sino por lo penal. Que él quede condenado con un antecedente”.
/La Nación
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