Sábado 15 de Noviembre de 2025, 19:19
Las transformaciones impulsadas por la inteligencia artificial avanzan en todos los sectores, pero muchas profesiones continúan siendo altamente seguras porque dependen de habilidades humanas, contacto directo, intervención manual o criterios profesionales imposibles de automatizar. En Argentina, varias carreras mantienen un riesgo muy bajo frente al avance tecnológico y sostienen una demanda estable en distintos ámbitos.Medicina sigue entre las más sólidas: los diagnósticos completos, las cirugías, la gestión integral de pacientes y la toma de decisiones clínicas requieren presencia humana y una responsabilidad profesional que la IA no puede sustituir.
Enfermería conserva incluso mayor estabilidad, con tareas de cuidado directo, atención en emergencias, acompañamiento continuo y supervisión constante, todas actividades que exigen intervención humana.
Psicología se mantiene libre de riesgo tecnológico por la centralidad del vínculo terapéutico, la escucha, la interpretación emocional y la construcción de confianza con cada paciente.
Kinesiología y Fisioterapia dependen de tratamientos manuales, rehabilitación personalizada y seguimiento físico directo, tareas que están muy lejos de ser reemplazadas por robots o sistemas automáticos.
Odontología continúa con alta estabilidad laboral gracias a la precisión manual necesaria en procedimientos quirúrgicos, restauraciones, tratamientos estéticos y controles preventivos.
Medicina Veterinaria permanece fuera de peligro porque implica diagnósticos presenciales, manejo de animales, cirugías y atención clínica directa, combinando habilidades prácticas y criterio profesional.
Docencia, especialmente en niveles iniciales y primarios, mantiene su lugar gracias a la importancia del vínculo humano en el aprendizaje, la contención emocional y la dinámica presencial en el aula.
Terapia Ocupacional y Fonoaudiología conservan baja amenaza tecnológica debido a su enfoque en la rehabilitación personalizada y la intervención constante en procesos de recuperación que requieren contacto directo.
Gastronomía y Pastelería continúan siendo oficios seguros por su fuerte componente artesanal, creativo y manual, donde la automatización solo puede complementar y no reemplazar.
Arquitectura mantiene su vigencia por la responsabilidad técnica, las decisiones estructurales y la supervisión de obra, tareas que dependen de la presencia y el juicio humano.
Técnicas de laboratorio y bioanálisis presentan poca exposición al reemplazo por requerir extracción de muestras, manipulación precisa y control humano en todas las etapas.
Logística operativa, transporte y roles vinculados al control aéreo o terrestre siguen siendo esenciales debido a la necesidad de supervisión humana, gestión de riesgos y coordinación en tiempo real.
En conjunto, estas carreras se sostienen como algunas de las más seguras frente al avance de la inteligencia artificial, porque involucran pericia manual, contacto personal y decisiones profesionales que ninguna tecnología puede reproducir plenamente.
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