Miércoles 19 de Noviembre de 2025, 20:52
Mientras Estados Unidos atraviesa una de las etapas más convulsionadas de su nuevo mandato —con un gobierno que estuvo en el shutdown más largo de la historia, fuertes disputas internas en el Congreso, conflictos geopolíticos abiertos y la promesa de “terminar con la dictadura de Maduro” como eje central de su política exterior—, el presidente Donald Trump sorprendió al recibir en la Casa Blanca al futbolista Cristiano Ronaldo.
La visita, difundida por la cuenta oficial de la Casa Blanca, mostró al mandatario guiando al astro portugués y a su pareja, la argentina Georgina Rodríguez, en un recorrido exclusivo por distintos sectores de la residencia presidencial. El video, acompañado por el mensaje “Dos cabras. CR7 x 45/47”, se viralizó de inmediato, generando miles de reacciones y debates en redes.
La aparición pública del futbolista —una de las figuras más influyentes del deporte mundial— llega en el marco del Mundial 2026 que organizará el país del norte. Sin embargo, el encuentro generó sorpresa y análisis políticos sobre el impacto simbólico del gesto: una foto con uno de los íconos globales del deporte en medio de un escenario internacional incendiado.
La combinación de espectáculo, diplomacia informal y coyuntura crítica convirtió la reunión en un evento de relevancia global, que promete seguir alimentando repercusiones en los próximos días.