Jueves 20 de Noviembre de 2025, 17:07
Pese a que omitió mostrarse en cámara, una vez más,
Cristina Kirchner no pudo eludir escuchar lo que ex funcionarios y empresarios confesaron ante la justicia: el sistema de recaudación de sobornos continuó durante su presidencia.Durante la tercera audiencia aún bajo la modalidad virtual, del juicio de los Cuadernos,
se leyeron los principales extractos de los relatos de los imputados colaboradores.
Oscar Centeno, ex chofer y quién escribió los ya famosos cuadernos,
contó que durante la gestión de Cristina "también llevábamos bolsos con dinero".
A ese testimonio se sumaron el de dos ex funcionarios:
José López sostuvo que la ex presidenta estaba al tanto de todo, y Claudio Uberti agregó que el dinero iba a Uruguay y Juncal, donde se encuentra uno de los departamentos que habitaba la ex mandataria.
Un día después de que la Cámara de Casación puso a disposición la Sala AMIA -la de mayores dimensiones con la que cuenta Comodoro Py-, para que el juicio de los Cuadernos se realice tres veces por semana y de forma presencial, el Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) reanudó las audiencias pero aún de manera online.
Previo al inicio del tercer encuentro, en el que se continuó desde las 9 hasta las 14.30 con la lectura del primer requerimiento de elevación a juicio, los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli informaron el cronograma de lecturas de las próximas audiencias.
Oscar Centeno, el autor de las anotaciones en la causa conocida como "Los Cuadernos de las coimas"
Un mes más de lectura de acusaciones
Hasta el 18 de diciembre sólo serán jornadas para que por secretaría se dé lectura a la maniobra investigada y el rol que cada uno de los 86 imputados cumplieron en esa estructura, motivo por el cual están compareciendo en instancia de juicio oral.
Cuando ya habían transcurrido casi tres horas desde el inicio de esta tercera audiencia y con la ex presidenta sin exponerse frente a la cámara, el secretario del Tribunal comenzó a leer el punto seis del requerimiento de elevación a juicio denominado: “Los aportes de los imputados colaboradores”.
La acusación de la fiscalía sostiene que
dichos aportes “han sido una parte fundamental para el esclarecimiento de los hechos investigados” en los que Cristina Kirchner está acusada como jefa de una asociación ilícita que entre 2003 y 2015 se dedicó a la recaudación de fondos ilegales, esto es: sobornos.
Cristina con De Vido y José López. El ex secretario de Obras Públicas también complicó a la ex presidenta.
Son en total 25 los imputados colaboradores que comparecen en este juicio, razón por la cual en el requerimiento de elevación, se resolvió consignar una reseña de los puntos más relevantes de cada una de las declaraciones recibidas por el fiscal
Carlos Stornelli durante la instrucción y que posteriormente, por la información proporcionada fueron homologadas por el fallecido juez
Claudio Bonadio.
En la lectura de la primera parte del extenso listado de arrepentidos, Cristina Kirchner tuvo que escuchar lo que confesaron aquellos que apuntaron directamente contra ella y su gestión. Desde el ex chofer de
Roberto Baratta, ex funcionarios como López y Uberti, y empresarios.
El ex chofer, el primer arrepentido
El primer arrepentido que el Caso Cuadernos tuvo fue Oscar Centeno. Sus anotaciones volcadas en ocho cuadernos, seis de los cuales están incorporados a la causa en su formato original y sus correspondientes copias, fueron el puntapié inicial de la investigación.
Durante la instrucción fueron calificados como una “bitácora de la corrupción”.
En los cuadernos había fechas exactas, horarios, puntos de encuentro, quién entregaba bolsos, valijas, bolsas con dólares, en algunas ocasiones precisaba los montos, y también quiénes eran las personas responsables de recoger esos pagos ilegales. El circuito no concluía allí; Centeno
contaba también a dónde se destinaban esas recaudaciones.
Desde San José 1111, donde cumple con prisión domiciliaria la condena por corrupción por el caso Vialidad -ahora con visitas restringidas-, la ex presidenta escuchó la lectura de las principales acusaciones de los arrepentidos contra ella.
“En relación al sistema de recaudación, recuerdo que después de la muerte de
Néstor Kirchner, cambiamos y ya no llevábamos a Uruguay 1306 sino que llevamos todo a la casa de Baratta y él a la noche o al otro día venía con los dos bolsos, uno el de él normal y otro vacío. No sé si dejaba el dinero ahí o la llevaba a otro lado,
muchas veces íbamos a la Quinta de Olivos”, relató Oscar Centeno en su primera confesión como arrepentido.
Dio más detalles de lo que ocurría en la quinta oficial: “Todos los viernes se juntaban funcionarios a comer un asado con Néstor Kirchner, entre ellos iba Baratta. Néstor le dijo ’¿cómo vas a tener ahí al chofer?rsquo;. Y después de ahí comenzó a ir con su auto. Cuando íbamos a llevar los bolsos a la quinta de Olivos, Baratta me decía: ’Negro, vos sabés qué hacer’, lo que significaba que me tenía que ir a tomar mate por ahí. Ahí era cuando venía con Muñoz -el secretario de Kirchner- y sacaban los bolsos de mi auto.
A Néstor se lo veía caminando por ahí”.
Cuando Cristina Kirchner ya era presidenta de la Nación, expresó el ex chofer, “también llevábamos los bolsos con dinero. En esas ocasiones se la veía a ella en jogging que desde la casa donde vivía; se cruzaba hacia el chalet donde se dejaba el dinero. Las veces que íbamos a Olivos, antes de ir para allá pedíamos por teléfono las indicaciones para ir o no, entonces Rodríguez, secretario de Cristina, daba el ok y nos íbamos del ministerio a Olivos, o pasábamos por un lugar a retirar y de ahí íbamos a Olivos”.
En esas primeras expresiones hubo otros datos que sirvieron a la Justicia federal avanzar con la investigación.
Centeno dijo que cuando llegaban a la quinta de Olivos, avisaban quiénes eran y uno de los secretarios de la ex mandataria los autorizaba a ingresar.“Ya con Cristina presidenta íbamos una vez por semana. Habremos ido 7 u 8 veces. A lo último se pelearon.
Yo la vi a Cristina en varias oportunidades. Con Néstor Kirchner vivo íbamos más seguido, a veces por trabajo pero muchas otras para entregar los bolsos con dinero, hasta tres veces por semana. Cuando fallece Néstor las recaudaciones se empiezan a hacer una vez por semana, que es cuando dejo de escribir. Y luego cuando retomo los cuadernos, en época de Cristina ya presidente, las recaudaciones se hacían una vez por semana”.
"Le conté todo a Cristina sobre la recaudación "
No fue lo único que escuchó este jueves la ex mandataria. Llegó el momento de la lectura de su ex secretario de obras públicas, José López, quien hizo referencia directa al conocimiento que ella tenía respecto al circuito de sobornos.
La suya fue una de las confesiones más extensas. Se encontraba preso hace casi dos años, acusado de enriquecimiento ilícito y dijo temer por su vida después de colaborar con la justicia.
José López ahora preso en Ezeiza en cumplimiento de la condena del caso Vialidad, en su momento había contado lo siguiente: “
Durante el período 2005 - 2010 se desarrolla un sistema que consistía en recaudar y mi función era de coordinar con
Daniel Muñóz para que él fuera el depositario de lo que las empresas que había nominado Wagner pudieran hacer su objetivo. Los porcentajes variaban entre el 3, 5 y rara vez el 7 por ciento, se desarrollaban en los anticipos financieros, y si no tenía anticipo financiero sobre los certificados”.
En cuanto a la dinámica, el ex funcionario contó:
“las entregas a Muñóz eran de dos a tres veces por semanas entre 100 mil a 300 mil dólares o euros”. Dijo que Daniel Muñóz lo llamaba “al menos tres veces a la semana, nunca realice una llamada desde ese teléfono, el teléfono estaba prendido las 24 horas y las llamadas podían entrar a cualquier hora, yo no tenía el abonado telefónico que le correspondía, el teléfono me lo había proveído Muñóz y mediante esas comunicaciones me decían la hora y el lugar y el monto de las entregas. Yo no cobraba”.
En el departamento del barrio de Recoleta propiedad de Cristina Kirchner, según la confesión de López, en “julio o agosto del año 2007 se hizo una entrega importante por la puerta principal de entrada del domicilio de la calle Uruguay, ahí llevaron una valija con alrededor de 8 millones de dólares que era recaudación de obras viales, ese día hablé varias veces con Muñóz”.
Pero
en 2010 cuando Néstor Kirchner falleció, relató el ex secretario de obras públicas, “se suspende todo y en enero de 2011, me llama la presidenta al despacho en Olivos en el sector de la jefatura de gabinete, y me dice “podes ser parte del problema o de la solución”.
En ese momento el ex funcionario relata: “Me muestra el cuaderno que siempre escribía Néstor. Kirchner era de hacer audiencias personales y lo que se desarrollaba en esas reuniones lo anotaba en esos cuadernos que solían ser marca ARTE, yo conocía esos cuadernos porque ahí generalmente anotaba todo.
A Cristina le conté todo, que había un sistema de recaudación con las obras viales, le conté el mecanismo que en el resto de los sectores del ministerio lo conocía”.
Esa reunión duró una hora aproximadamente. “No me dio ninguna instrucción en esa reunión.
Según tengo conocimiento la operatoria de recaudación se detuvo por lo menos en cuanto a mí respecta”.
El sistema de recaudación se reanudó.
José López indicó que en el invierno del año 2011 “viene De Vido y me dice que teníamos que retomar la recaudación para la campaña de 2011 y que mi contacto era Roberto Baratta”.La fiscalía determinó que de las declaraciones de López “se desprende cómo actuaba Cristina Kirchner, al impartir órdenes. Al ex secretario de obras públicas “le solicitó información sobre el método instaurado y, tiempo después, y por medio de Julio Miguel De Vido, le informó que el sistema de recaudación se había puesto en marcha de nuevamente”.
Capítulo aparte fue la descripción de los bolsos que en junio de 2016 intentó esconder en el Convento de General Rodriguez. Dijo que fue por orden de Fabián Gutiérrez. Fue cuando se leyó que José López tenía miedo.
Utilizó la siguiente expresión: “tenía temor a Cristina Kirchner persona muy vengativa a quien conozco hace mucho tiempo, como dije, temor a ser descubierto o delatado, temor sobre mi vida y la de mi familiar.
Quiero aclarar que cuando me contacto Fabián sin ninguna duda sabía que los mensajes u órdenes que vendrían con él provendrían de Cristina Kirchner más allá de que Fabián hiciera referencia a la mujer de Muñóz”.
"Veinte valijas"
Los aportes brindados por Claudio Uberti fue parte de lo que escuchó Cristina junto a los demás 85 imputados.
El ex titular de los corredores viales, un hombre cercano al matrimonio Kirchner, sostuvo en su confesión leída este jueves:
“En alguna oportunidad fui al departamento de Uruguay y Juncal, después del encuentro que relate con (Gerardo) Ferreyra, él entregó en dos o tres ocasiones más, bolsos de más de diez kilos con dinero, eso lo entregué en el departamento de Juncal (...) Daniel Muñoz me recibía el dinero en la calle Juncal”.En una ocasión -contó ante el fiscal Carlos Stornelli- “
subí al departamento, allí había otras valijas en el palier y en su dormitorio había muchas otras más, en el departamento en esa ocasión no había nadie, pero por referencias de Muñoz esas valijas con dinero las iba a llevar a Santa Cruz”.
En ese punto dio más precisiones:
“Eran tantas, alrededor de veinte valijas de distinto tamaño, que Muñoz me dijo ’después de esto voy poner un negocio de valijas’. Las valijas tenían por destino la casa de Néstor y Cristina Kirchner en Rio Gallegos ubicada en esquina de la calle 25 de mayo donde se encontraban bóvedas que había comprado al banco hipotecario”.¿Cómo era el traslado? Dijo Uberti: “
Las valijas con el dinero las trasladaban a Santa Cruz en el Tango 01, las cargaban en el aeropuerto Base Aérea Militar en Aeroparque y las descargaban en el aeropuerto de Rio Gallego. Esto es lo que yo vi”.
/Clarín