Martes 09 de Diciembre de 2025, 17:05
Este martes, el gobernador, Osvaldo Jaldo, recibió en Casa de Gobierno a Ainoa López, una bebé de siete meses que fue trasplantada de hígado en el Hospital Garrahan, luego de ser diagnosticada al nacer con una grave patología hepática. La pequeña llegó acompañada por sus padres, quienes compartieron con las autoridades provinciales su proceso de recuperación.
“Hoy tuvimos la posibilidad de comprobar lo importante que es el rol del Estado provincial", dijo Jaldo.
"Recibimos a Ainoa, que fue operada en el Hospital Garrahan con tan solo dos o tres meses de edad, con un problema en el hígado que tenía desde su nacimiento y que requirió un trasplante. La donante fue su mamá, y hoy la beba se está recuperando”, expresó.
“El Hospital Garrahan es fundamental para los chicos de todo el país y, en especial, para los de Tucumán, porque derivamos permanentemente pacientes que necesitan atención especializada. Este ha sido el caso de Ainoa, y como ella tenemos más de 30 chicos internados en diferentes hospitales de Capital Federal”, subrayó.
Jaldo también ponderó el acompañamiento social brindado por la Casa de Tucumán en Buenos Aires, a cargo de Enrique Salvatierra. “No solo se acompaña a los pacientes, se contiene a los familiares, se les da hospedaje, comida y asistencia integral mientras los niños están internados”, señaló.
Asimismo, adelantó que el Gobierno trabajará para mejorar la vivienda de la familia de Ainoa, debido a los cuidados especiales que requiere la bebé en su posoperatorio.
El caso médico
El ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, que estuvo acompañado por el subsecretario de Salud, Marcelo Montoya, explicó el origen del cuadro que puso en riesgo la vida de la bebé. “
Cuando nació, Ainoa comenzó a ponerse amarilla, y se descubrió que tenía atresia de vía biliar, una enfermedad incompatible con la vida sin un trasplante. Tras la atención inicial en el Hospital de Niños, se decidió su traslado urgente al Garrahan”, señaló.
El ministro destacó que
la intervención fue posible gracias a que su madre, Malena, resultó ser completamente compatible, pudiendo donar parte de su hígado para salvarla. “En septiembre fue trasplantada y pasó tres o cuatro meses internada, pero hoy está perfectamente bien. Malena también está en excelente estado, sin síntomas, lo que demuestra la seguridad de la donación de órganos”, añadió.
Actualmente, Ainoa continúa un tratamiento con medicación inmunosupresora y controles regulares. El Ministerio de Salud ya coordina la continuidad de su atención en la provincia, con interconsultas periódicas con el Garrahan y seguimiento por telemedicina.
Sobre el acompañamiento a los pacientes en la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Salvatierra explicó que
"la Casa de Tucumán en Buenos Aires acompaña a 32 personas que están internadas y otros pacientes ambulatorios. De ese total, el 90% son pacientes pediátricos que asisten al hospital Garrahan y el resto pacientes adultos".El funcionario destacó que “la Casa de Tucumán busca que las familias se sientan acompañadas porque es muy difícil el cambio para una persona que viaja 1.300 kilómetros de distancia, a una ciudad totalmente cosmopolita, donde no conoce a nadie, para atenderse por un tema de salud. Ahí estamos nosotros para que la gente se sienta un poquito menos sola y pueda sentir que el Estado los está acompañando”.
“Si no fuese por ellos, hoy no estaríamos aquí”
“Estamos aquí para dar las gracias al gobernador, al ministro, a la Casa de Tucumán. Siempre hemos estado acompañados en este momento tan duro. Si no fuese por ellos, no podíamos estar aquí hoy”, dijo Malena.
La joven madre detalló que “el tratamiento ya está todo realizado y gracias a Dios tenemos toda la medicación. Son nueve medicamentos los que está tomando y tenemos que volver a Buenos Aires para que la vuelvan a ver los doctores que la están siguiendo. Aquí va a continuar el tratamiento en el Hospital de Niños, con el doctor Jesús”.