Casa incendiada y veinte disparos: el blanco era familiar del imputado por el crimen de la niña de 7 años

Martes 09 de Diciembre de 2025, 23:28

La víctima es familiar del acusado por el crimen de la menor de siete años.



La Justicia dispuso 18 días de prisión preventiva para un joven de 21 años acusado de integrar la banda que protagonizó un violento robo en una vivienda del barrio San Cayetano, la cual luego fue incendiada. La víctima de este ataque es familiar directo del hombre imputado por el brutal crimen de la menor de siete años ocurrido semanas atrás, y la Fiscalía investiga si este vínculo habría sido un factor desencadenante del hecho.

Este martes, la Unidad de Robos y Hurtos IV del Ministerio Fiscal acusó formalmente al sexto integrante del grupo. El auxiliar de fiscal Leonel Sosa, siguiendo instrucciones del titular de la UFI, Carlos Saltor, detalló que el episodio —ocurrido el 21 de noviembre— está caratulado como robo doblemente agravado por uso de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda.

“Se trata de un hecho sumamente grave, cometido por seis personas. Se efectuaron aproximadamente veinte disparos dentro de la vivienda. Un menor, cuya declaración en Cámara Gesell está pendiente, logró huir por la parte trasera del domicilio. Luego del robo, los atacantes incendiaron la casa”, explicó Sosa.

La Fiscalía pidió que la prisión preventiva coincidiera con el plazo impuesto a los otros cinco imputados, solicitados el viernes pasado, y el juez hizo lugar a la medida, que vencerá el 26 de diciembre.

Además, se confirmó que el joven detenido también está siendo investigado en otra causa que analiza puntualmente el incendio posterior al robo.

El hecho

El viernes 21 de noviembre, cerca de las 20:00, la víctima escuchó ruidos en el local ubicado al frente de su vivienda en calle Brígido Terán al 1700. Al salir a observar, vio ingresar al imputado y a otros cinco sujetos —dos identificados como “Gordo Goma” y “Alias 22”— por el portón principal.

Portando armas de fuego, los delincuentes realizaron unos veinte disparos dentro de la casa. Otro de ellos, armado con un cuchillo, amenazó a la víctima, quien logró escapar corriendo. Aprovechando la situación, sustrajeron un lavarropas, un secarropas, una balanza digital, dos televisores, una planchita de pelo, un par de zapatillas y unos botines.

Minutos después, el inmueble fue incendiado.

La vinculación entre los hechos —el parentesco entre la víctima del robo y el imputado por el asesinato de la niña de siete años— se encuentra bajo análisis para determinar si el ataque fue un acto de represalia o intimidación.

La pesquisa continúa y podrían surgir nuevas imputaciones.