Según señalaron funcionarios norteamericanos al diario The Wall Street Journal,
Machado escapó el martes en lancha desde la costa venezolana hacia Curazao, y allí abordó un avión privado rumbo a Oslo. Su huida fue coordinada por su equipo de seguridad y se produjo tras más de un año escondida, luego de que el gobierno de Nicolás Maduro intensificara la persecución contra su entorno político.
“No sabemos exactamente cuándo aterrizará, pero será en algún momento de la noche”, había afirmado a Reuters Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel. Una grabación de audio difundida por la institución el miércoles por la mañana confirmó que Machado ya estaba en viaje: “Estoy de camino a Oslo ahora mismo”, aseguró la dirigente, sin precisar desde dónde hablaba.
El Nobel sin la Nobel
La ausencia de la galardonada marcó la ceremonia celebrada durante la tarde en el Ayuntamiento de Oslo, donde un gran retrato suyo colgaba en representación. Fue su hija quien recibió la medalla y pronunció el discurso en su nombre, acompañada por la madre de Machado, Corina Parisca; y sus hermanos.
El auditorio estalló en aplausos cuando Joergen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, anunció que Machado viajaba hacia Noruega. El funcionario evocó a figuras como Nelson Mandela y Lech Walesa, y destacó la “pureza moral” necesaria para sostener una lucha democrática frente a una dictadura.
Ana Corina Sosa, hija de la líder opositora venezolana María Corina Machado, recibe el Premio Nobel de la Paz para su madre de manos del presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne
El discurso leído por su hija marcó uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. Machado subrayó que el reconocimiento tiene un valor profundo para Venezuela y para el mundo: “Le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz”, afirmó. Y añadió: “Si queremos la democracia, debemos estar preparados para luchar por la libertad”.
También insistió en que la causa venezolana trasciende fronteras: “La libertad se conquista cada día… un pueblo que elige ser libre contribuye con toda la humanidad”.
El anuncio de su inminente llegada desbordó la emoción entre sus familiares. Su hermana menor, Clara Machado, rompió en llanto al expresar: “En pocas horas espero abrazarla… Esto ha sido muy conmovedor. El reconocimiento del Nobel nos llena de una nueva esperanza. Vamos a ser libres”.
Ana Corina Sosa, igualmente conmovida, contó que no veía a su madre hacía dos años: “Estoy increíblemente agradecida porque, lo más probable, es que por fin pueda darle ese abrazo”.
Un país bajo presión y un liderazgo proscripto
Machado ganó por amplia mayoría las primarias opositoras de 2023, pero el régimen le prohibió competir en las presidenciales. En agosto de 2024 se ocultó después de que las autoridades detuvieran a dirigentes de su equipo en medio de denuncias de fraude electoral. Aunque el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo proclamaron la victoria de Maduro, la oposición asegura que su candidato ganó por amplio margen y publicó las actas de mesa como prueba.
En su discurso, la líder opositora reflexionó sobre el deterioro institucional del país: “Cuando comprendimos la fragilidad de nuestras instituciones, ya era demasiado tarde”, dijo. Y recordó el ascenso de Hugo Chávez: “Cuando un cabecilla golpista fue elegido presidente, muchos pensaron que el carisma podía sustituir al Estado de derecho”.
El Nobel anunciado en octubre destacó sus esfuerzos por lograr “una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en Venezuela.
La premiación llega en un momento de tensiones crecientes: Maduro acusa a Estados Unidos y en particular a Donald Trump de intentar derrocarlo, mientras fuentes militares citadas por Reuters aseguran que las Fuerzas Armadas venezolanas planean estrategias de resistencia ante un eventual ataque extranjero. /
La Nacion