Jueves 11 de Diciembre de 2025, 19:28
Un jurado condenó a 18 años de prisión a Alexis Eugenio “Chueco” Ronveaux, quien en la noche del 22 de agosto de 2024 efectuó múltiples disparos contra José María Altamirano y su hijo Santiago Ramiro Altamirano, provocándoles la muerte en el barrio San Cayetano. En el mismo fallo, Nelson José Basualdo fue absuelto por el beneficio de la duda, pese a que había sido acusado de facilitar el arma utilizada en el ataque.Intervino la Unidad Fiscal de Homicidios I, dirigida por Pedro Gallo y representada en el debate por la auxiliar de fiscal María José Agüero. Durante los alegatos de clausura, la Fiscalía había solicitado una pena de 25 años de prisión para Ronveaux y que se declarara la responsabilidad penal de Basualdo, a contraparte del planteo defensivo que buscaba dividir el proceso en dos etapas.
La representante del Ministerio Fiscal describió el hecho como un ataque ejecutado con extrema violencia, remarcando que Ronveaux utilizó un arma calibre 22 para efectuar numerosos disparos contra las víctimas —dieciséis impactos recibió el padre y quince el hijo—, lo que les provocó un shock hipovolémico mortal. La acusación sostenía que Basualdo había entregado el arma desde su domicilio y que ambos actuaron con la intención de matar.En la jornada final del juicio declararon los familiares de las víctimas y los propios acusados. Finalmente, tras deliberar, los magistrados resolvieron imponer 18 años de prisión efectiva a Ronveaux, mientras que Basualdo fue absuelto al no poder acreditarse con certeza su participación en el ataque.
Según la investigación, aquella noche los Altamirano circulaban en una motocicleta Honda CG 150 y, al llegar a la vivienda de calle Anselmo Rojo 445, mantuvieron una discusión con Ronveaux, Basualdo y otros sujetos identificados como Cristian Gonzalo Tula (“Cucha”), Fernando Víctor Hugo Galo y Enzo Eduardo Cuenca (“El Menor”). Minutos después, se produjo la balacera que terminó con la vida del padre y su hijo.