Lunes 15 de Diciembre de 2025, 11:35
La noticia sacudió a la costa atlántica y volvió a encender un debate que atravesó generaciones.
Murió Kshamenk, la orca macho que vivió 33 años en cautiverio en Mundo Marino y que se convirtió en uno de los animales más famosos —y controvertidos— de la Argentina.El fallecimiento se produjo el domingo por la mañana y fue confirmado por la Fundación Mundo Marino, que informó que
el animal murió a causa de un paro cardiorrespiratorio. Tenía 33 años y había sido rescatado en 1992 tras un dramático varamiento en la Ría de Ajó, en la provincia de Buenos Aires.
“Te amamos para siempre, Kshamenk”, escribió la institución en redes sociales, acompañando el mensaje con un video cargado de recuerdos junto a sus cuidadores. La despedida fue inmediata y emotiva, pero también volvió a poner sobre la mesa una discusión que nunca se cerró: ¿rescate o cautiverio?nbsp;
Un rescate desesperado que cambió su destinoLa historia comenzó en febrero de 1992, cuando vecinos alertaron sobre el varamiento de cuatro animales. Al llegar al lugar, el equipo de rescate encontró una escena crítica: solo una orca joven, débil y deshidratada, sin rastros de su grupo.
Los intentos por devolverlo al mar fracasaron. Kshamenk no tenía fuerzas para nadar ni alimentarse. Según relataron desde la fundación, tras consultar con expertos internacionales y con aval oficial, se decidió su traslado a Mundo Marino como única alternativa para salvarle la vida.
Ese operativo contrarreloj marcó el inicio de una existencia completamente distinta a la que hubiera tenido en libertad.
La rehabilitación que nunca terminóEl ingreso al parque implicó un proceso largo y complejo. No solo se trató de estabilizarlo físicamente, sino de atender su estado emocional y social. Las orcas son animales altamente inteligentes y viven en grupos familiares estables, algo que Kshamenk ya no tenía.
Con el paso de los años, el animal desarrolló un vínculo estrecho con sus cuidadores, quienes pasaron a ser su grupo social. “Era un curioso hermoso, siempre dispuesto a interactuar”, recordó una de las entrenadoras.
Ese lazo, que para el parque fue clave para su bienestar, se convirtió también en el principal argumento de quienes denunciaron su cautiverio.
De atracción a emblema de una causaKshamenk no solo fue parte de exhibiciones educativas: también tuvo su momento de fama masiva cuando apareció en la novela “Nano”, protagonizada por
Araceli González y
Gustavo Bermúdez. Su imagen se volvió popular y su nombre, conocido en todo el país.
Pero con el tiempo, la admiración dio paso a la militancia. Activistas y organizaciones animalistas impulsaron la #LeyKshamenk, un proyecto que busca prohibir el cautiverio de cetáceos en la Argentina y que llegó al Congreso en 2023.
La discusión fue intensa. Mientras los activistas sostenían que ningún animal debe vivir privado de su libertad, desde Mundo Marino insistieron en que su caso fue excepcional y que liberarlo habría significado una sentencia de muerte.
El final y una herida que sigue abiertaKshamenk murió rodeado por sus cuidadores y el equipo veterinario.
La noticia generó homenajes, mensajes de despedida y también duras críticas en redes sociales, donde el debate volvió a estallar.
“Con él se fue una parte de cada uno de nosotros”, expresó el jefe veterinario del parque. Desde la fundación aseguraron que su legado marcará para siempre su trabajo en conservación marina.
Así se cerró la historia de la orca que vivió entre el amor humano y la controversia, un animal que, incluso después de su muerte, sigue obligando a la sociedad a mirarse al espejo y preguntarse hasta dónde llegan los límites entre salvar, cuidar y encerrar.