Sábado 20 de Diciembre de 2025, 12:59
La organización de la fiesta de egresados de los alumnos de último año del Colegio General Manuel Belgrano Armenio, en el barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba, derivó en un conflicto judicial y en una carrera contrarreloj. Un grupo de padres denunció esta semana que
una madre del curso se apropió de $11.000.000 que habían reunido durante meses para afrontar el costo del salón donde debía realizarse el festejo. La situación salió a la luz pocos días antes del evento y obligó a la comunidad educativa a reorganizarse de urgencia para evitar su suspensión.
“En 2024, tres adultos del curso firmaron el contrato con el salón. Una de ellos quedó a cargo de la recaudación. Tres días antes de la fiesta, el dueño del lugar nos comunica que esta persona le había dicho el 27 de noviembre que le robaron una mochila con el dinero, en la esquina de Gavilán y Rincón. Pero no hizo la denuncia y en esa zona hay cámaras”, reconstruyó
Karina, madre de un alumno de último año, en diálogo con Canal 10.
Según consignó el portal La Voz, la acusada —madre de otra alumna del último año— era la encargada de guardar la recaudación del dinero destinado a cubrir el pago del festejo . Las transferencias y los aportes en efectivo comenzaron en abril de 2024, cuando se contrató el servicio.
Sin embargo, el miércoles 10 de diciembre, durante una reunión de padres
y con la fiesta prevista para el sábado 13, la mujer informó que la
suma recaudada había sido robada. La explicación encendió las alarmas de
todos los padres.
Karina, madre de uno de los alumnos del curso, en diálogo con Canal 10.
“L
a fiesta era el sábado 13 y el miércoles 10 esta madre nos dijo que le habían robado la plata. Pensamos que era un chiste, pero no lo era”, relató
Carolina, madre de otro egresado, en diálogo con El Doce TV. Frente a esa situación, los padres pidieron precisiones y documentación.
“Dijo que se la habían robado, aunque no hizo denuncia y tampoco hay filmaciones para probar el hecho. La conocemos desde que los chicos iban a sala de tres, con toda la confianza que le depositamos. Habíamos acordado hacer todo de manera transparente”, agregó.
La gravedad del hecho quedó en evidencia cuando los padres se presentaron en el salón de fiestas. Allí confirmaron que, de las 166 cupos que supuestamente estaban abonadas solo se habían pagado 28 correspondientes a los egresados y algunas adicionales.
“Del resto, nada. Después de agosto nunca más entregó dinero. La fiesta estuvo a punto de cancelarse. Teníamos dos días para juntar la plata, para el jueves la teníamos que tener”, recordó
Carolina.
Ante ese escenario límite, las familias pusieron en marcha una red de ayuda. Junto con la comunidad educativa y la colectividad armenia organizaron colectas, rifas y ventas de comida para reunir el monto.
“La gente del salón fue muy amable y acompañó brindando alternativas”, destacó Carolina. En paralelo, comenzaron a llegar donaciones por transferencias bancarias y aportes directos de las familias. “La mayoría de padres se organizó para poner plata. Por suerte pudimos hacer la fiesta”, señaló.