Mar del Plata está repleta (no quedan alojamientos) y a Punta del Este llegaron 154 vuelos privados argentinos en un día

Miércoles 31 de Diciembre de 2025, 06:25

La Costa Atlántica vive un cierre de año inédito: alojamientos agotados, ocupación plena y turistas que huyen del calor en busca del mar.



El cierre de año en la Costa Atlántica se encamina a ser récord, con una fuerte suba de reservas de último momento que dejó a varios destinos prácticamente sin disponibilidad. Las mayores demandas se concentraron en Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Cariló, donde las plataformas de reservas ya advierten: "Ya no quedan alojamientos". 

En Mar del Plata, la ocupación alcanza el 73% para Fin de Año, con expectativas de seguir creciendo en los próximos días.

Desde el sector hotelero confirman una "catarata de reservas" impulsada por el calor y la cercanía del feriado. "Hoy querés venir a esta región y no hay lugar", explicó Víctor Borgia, presidente de la filial Mar de las Pampas de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina. Los pedidos se concentran entre dos y cuatro noches, aunque muchos visitantes evalúan extender su estadía hasta el primer fin de semana de enero.

El factor climático aparece como el principal motor de esta demanda. Con pronósticos de 25°C a 29°C y sin lluvias, la Costa se consolida como refugio ante la ola de calor en el AMBA. Ese impulso terminó de despejar las dudas que había dejado una Navidad con números más discretos y renovó el optimismo de los operadores turísticos.

En otros puntos, como Pinamar y Costa Esmeralda, la llegada es sostenida, aunque con perfiles distintos: quienes poseen propiedades se quedan hasta mediados de enero, mientras que el resto fracciona la estadía. En Ostende, los hoteles ya superan el 90% de ocupación, y en Cariló varios establecimientos alcanzaron el 100%.

A este escenario se suma el refuerzo de la conectividad aérea: el vuelo de 40 minutos entre Aeroparque y Villa Gesell, operado por Humming Airways, llega "a full" y funcionará durante toda la temporada. Con ocupación plena para Fin de Año y un arranque de 2026 alentador, el sector anticipa un verano fuerte en la Costa Atlántica.  /El Economista   

Récord histórico en Punta del Este. En un día, hubo 220 vuelos privados y el 70% llegaron desde la Argentina

En 2019, el Aeropuerto Internacional de Punta del Este inauguró su nueva terminal de vuelos privados. Tan solo cinco años después, en 2024, se decidió tirarla abajo. Dejaron únicamente el techo y remodelaron todo el interior. El principal incentivo no fue estético, sino operativo: la obra hizo que la terminal se triplicara en tamaño, un cambio que respondió al gran aumento de la demanda que este aeropuerto venía experimentando desde la pandemia.

Ahora, en medio de los días pico de una temporada explosiva, la terminal batió por segundo año consecutivo su récord histórico: el viernes 26 de diciembre pasado operó 220 vuelos, de los cuales (154) el 70% provinieron de la Argentina. Su récord anterior había sido a finales del diciembre pasado: 169.

“Es increíble porque a los 220 del viernes se sumaron los vuelos del sábado, que fueron unos 170. En dos días operamos casi 400 vuelos, un promedio de más de 10 viajes por hora”, cuenta con entusiasmo Guillermo Pagés, gerente general del aeropuerto, desde la terraza de la sala de espera de preembarque de la terminal de aviones privados. El área tiene muy poco en común con las clásicas salas de los aeropuertos comerciales: acá no hay asientos en hileras, sino livings. Al llegar, los pasajeros tienen a su disposición un buffet con cafetería y un bar. Todo está incluido en el servicio base.

A pocos metros del edificio se encuentra estacionado un Gulfstream G5, de 29 metros de largo y 28 de envergadura -“Es como el Ferrari de los aviones”, explica Pagés-. Este es uno de los más de 50 aviones privados, de diferentes tipos y tamaños, que se encuentran estacionados hoy en el aeropuerto.

Del total de aeronaves privadas que reciben todos los días en la terminal, algunos pertenecen a turistas o personas que viven en Punta del Este, pero la gran mayoría son propiedad de operadoras de aviación privada, empresas conocidas como “taxis aéreos”. En el aeropuerto de Punta del Este funcionan siete de estas empresas.

Los precios del servicio que ofrecen dependen de la distancia a recorrer y del tipo de avión que se contrate. “Mientras que un pasaje en un vuelo comercial desde Aeroparque hasta Punta del Este está cerca de los US$400 si se lo saca con anticipación y US$800 sin ella, un avión privado promedio, en el que entran cinco personas, te puede salir aproximadamente US$5000. Por persona, son unos US$1000, pero solo si conseguís otras cuatro personas que quieran viajar en ese mismo avión. Generalmente, no pagás el asiento, sino el avión”, explica Damián Pera, gerente de Aviación General del aeropuerto.

En caso de contratar un vuelo en un avión de mayor porte, este mismo trayecto puede llegar a costar hasta US$25.000, explican desde el aeropuerto. En estas aeronaves, el viaje hacia Aeroparque puede tomar apenas 25 minutos, al igual que en los aviones comerciales, mientras que en los de menor porte, este mismo trayecto suele tomar unos 45 o 50 minutos.

¿Qué tipo de público elige viajar en aviones privados? Hay distintos perfiles, responde Pagés: “La gran mayoría de los pasajeros eligen la aviación privada justamente por privacidad. También por comodidad: pueden elegir cuándo y a qué hora sale su avión. Después hay otros, por ejemplo, celebridades que trabajan con su imagen, que lo hacen porque el avión privado les permite potenciar su imagen; es parte de su construcción de marca”.

A los pasajeros que arriban se los busca por las escalinatas de sus respectivos aviones con camionetas de alta gama, propiedad del aeropuerto, y se los conduce hacia una pequeña oficina donde realizan Migraciones y Aduana, para luego pasar por el Free Shop de la terminal y, luego, a la salida. Hoy al mediodía, esperaban fuera del edificio un par de autos con choferes. Aunque es poco común, hay pasajeros que, tras aterrizar, contratan un helicóptero que los lleve hasta sus casas.

Una industria que sigue creciendo

La industria global de los vuelos privados, que hasta 2019 era apenas un nicho, cambió de manera radical tras la pandemia. En Punta del Este, el cambio se hizo visible de inmediato. “A principio de 2020, solo se podía viajar desde otros países hasta Punta del Este en vuelos privados. Las aerolíneas comerciales habían bajado casi toda su frecuencia. A esto se suma el miedo a contagiarse coronavirus. Entonces mucha gente que acostumbraba a viajar en Business o en Primera se volcó a los aviones privados. Y cuando te acostumbrás a lo bueno, ya es difícil volver”, dicen los directivos del aeropuerto.

Al fenómeno de las restricciones pandémicas se sumó en paralelo un aumento de la población estable de la ciudad balnearia. “Se vinieron a vivir acá muchos argentinos con un alto poder adquisitivo, algunos que tienen aviones propios y otros que acostumbran a alquilar. Eso ‘desestacionalizó’ bastante la terminal. Actualmente, en invierno tenemos un promedio de 30 operaciones por día”, dice Pera.

En este aeropuerto internacional se da otro fenómeno que hace una década hubiese sido impensado: la llegada de vuelos privados extrarregionales. “Hace 10 o 5 años, si aterrizaba un avión privado que no afuera de la región, por ejemplo un vuelo de Canadá, Francia o Dubai, era un hito. Hoy ya no es noticia, durante el verano llega por lo menos uno por semana. Y esto va en aumento”, suma Pagés.

Actualmente, en la terminal están expectantes: “El viernes y sábado pasado fueron los mejores días. Ahora aflojó un poco. Y creemos que el 2 de enero va a haber un pico de nuevo, porque muchos turistas vienen a pasar Año Nuevo y después se van”.  /Yahoo Noticias  /La Nación