Jim es el cuidador de Jimbo desde hace 22 años. Mientras jugaban, el oso de 680 kilos abrió su boca más de lo esperado. Mirá lo qué pasó.
El peligroso juego entre un hombre y un oso en un zoo
Sábado 30 de Abril de 2016, 16:59
Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, pero Jimbo, un oso huérfano de 2,70 metros se ha convertido en parte de la familia de Jim Kowalczik, su cuidador por más de 22 años. Este oso que pesa 680 kilos llegó al centro Orphaned Wildlife en Otisville, Estados Unidos, un lugar especial para animales huérfanos que necesitan rehabilitación. Los videos graciosos y cariñosos entre Jim y Jimbo son habituales en internet, pero esta vez, la escena estuvo cerca de convertirse en tragedia. Fue cuando ambos se acostaron como si fueran a dormir una siesta y, aunque al principio las imágenes sorprenden por la ternura con la que el animal mima a su cuidador, la cuestión se pone tensa en segundos.