Domingo 17 de Septiembre de 2017, 13:25
"¡Cristina, dejá ese revólver!", se oyó en el chalet familiar. Gritos, una pelea conyugal que parecía no tener fin durante la madrugada del domingo 22 de diciembre de 1996.
La
actriz y animadora Cristina Lemercier estaba separada desde 1991 de quien había sido su marido, Raúl Ortega (conocido artísticamente en los años 60 conocido como
Freddy Tadeo de El club del clan y hermano de
Palito Ortega). Pero entonces, ya lejos de la música y de la actuación,
Ortega se desempeñaba como embajador plenipotenciario del gobierno de Carlos Menem en Costa Rica, y volvía a la casa familiar cada vez que regresaba al país, como ocurrió en aquella fatídica oportunidad, para pasar las fiestas de fin de año.
Gritos, un ruido seco, el chasquido del arma Smith and Wesson calibre 38
y muchas dudas invadieron aquella noche la tranquilidad de la casa en
la localidad de
Muñiz, en el
partido de General Sarmiento, donde dormían los menores de los tres hijos que había tenido el matrimonio. También estaba presente una amiga de la familia,
Ana María, que quedó como testigo involuntaria de la tragedia.
Aunque en principio los medios de la época afirmaron que la actriz llegó
al sanatorio General Sarmiento con más de un disparo en la sien, los
médicos detectaron que tenía alojada una sola bala en su cabeza que,
pese a los intentos de los expertos, no pudo ser extraída. Después de
cinco días de agonía,
Lemercier murió, el 27 de diciembre.
"El
fallecimiento de la paciente se produjo por un paro
cardiorrespiratorio. La muerte cerebral ya se había producido hace
días", fue el escueto parte que leyó a los periodistas el médico que
estuvo a cargo de la atención de la actriz desde el momento de su
internación.
Por su popularidad y por el misterio que invadió aquel episodio protagonizado por una persona que durante años había alegrado a generaciones de niños con sus programas infantiles, las hipótesis se multiplicaron en los medios de la época y hasta la Justicia decidió investigar lo que había pasado. En las primeras horas no se descartó ninguna hipótesis: se llegó a indagar sobre un posible suicidio, un homicidio o una muerte accidental. Finalmente la carátula de la causa a cargo de la jueza
María Teresa Lumbardini señaló que se trataba de una presunta
"tentativa de suicidio".
La tragedia, como no podía ser de otra manera, conmocionó al país.
"Con el paso de los días el caso comenzó a mostrar sombras. Por un lado, la autopsia reveló golpes y moretones en su cuerpo, además de una posición rara en la que entró el balazo: en línea recta por su frente. Para dispararse, la actriz habría tenido que poner el revólver de frente y apretar el gatillo en una posición muy incómoda, con los brazos extendidos", reconstruyó el periodista
Tomás Balmaceda en su reciente libro Los 90. La década que amamos odiar (Ediciones B).
Pese a que había una pesquisa en curso, la familia salió de inmediato a aclarar que se trató de un accidente. Por entonces
el propio Ortega fue citado a declarar y entre otras cosas aseguró que en la casa había un arma "por cuestiones de seguridad", y que eso era "algo habitual entre los vecinos de la zona".Luego fue el hijo mayor de la artista quien, mediante una carta al diario Crónica y a su señal de televisión, manifestó:
"Fue un accidente trágico lo ocurrido; anoche en Navidad entregué y recibí los regalitos que había comprado mi madre para mí y para mis hijitos. Ella ama la vida como nos ama a nosotros y a sus nietitos. Esto es simplemente lo ocurrido. La única y verdadera historia".
El hijo mayor de Cristina, con la Bandera Argentina en su pecho, tras despedir a la actriz; a su lado, todos tomados de la mano, los Ortega: Pablo, Julia, Paula y Raúl
Otros familiares, como es el caso de
Jorge Ortega, otro de los cuñados de la artista, aseguraron entonces a la prensa que
Lemercier se encontraba saliendo de un cuadro depresivo.
"Cristina estaba bajo tratamiento psiquiátrico pero en los últimos tiempos se encontraba mejor. Estuve dos días antes de la tragedia y noté que estaba muy ansiosa por la llegada de su esposo. Quería recomponer su matrimonio, unir a su familia. Eso la tenía mal", apuntó el diario Crónica en su edición del 28 de diciembre de 1996.
Los medios de entonces también señalaron que la actriz no se pudo reponer de la muerte en un accidente automovilístico de otro de los hermanos de su marido, el dirigente político
Luis Ortega, quien a su vez se había casado con
Gloria, una de las hermanas de la conductora. Fue en julio de ese mismo año. Según señaló la revista Caras ante la muerte de
Lemercier, cuando por esos meses se le solicitaba una entrevista, ella respondía:
"¿Y de qué te puedo hablar yo? Estamos viviendo un duelo que no sabemos cuándo terminará. Éramos dos familias muy unidas. Hay que entender que somos dos hermanas casadas con dos hermanos". La actriz guardó riguroso luto y regresó al trabajo. Pero, según quienes la conocían, ya no sería la misma.
Cristina Lemercier era el nombre artístico de
Cristina Noemí Perrone. Hija de una militante peronista que llegó a tener un cargo de asesora durante el menemismo y de
Ceferino Perone, un destacado campeón argentino de ciclismo que luego trabajó como comerciante, debutó a los 16 años en televisión para encarnar a
Fermina Piangetti, una suplente de célebre la maestra televisiva
Jacinta Pichimahuida, en esos tiempos a cargo de
Evangelina Salazar. Salazar y Palito Ortega, cuñado de
Cristina, se casaron, y durante su luna de miel fue
Lemercier quien se hizo cargo de los niños y del reemplazo temporario.
La vida artística de
Lemercier tuvo un gran punto de inflexión cuando, en 1982 y por la pantalla del canal público, encarnó ella misma a
Jacinta Pichimahuida, esta
vez en el exitoso ciclo llamado Señorita maestra. Luego vendría
Señorita Jacinta, por Canal 9, con su emblemático guardapolvo blanco y
una mirada angelical por la que sería siempre recordada.
Lemercier, que siempre destacó su militancia peronista, señaló a los medios que hacia 1983, con la llegada del gobierno de
Raúl Alfonsín, no tuvo trabajo porque fue censurada por el radicalismo.
"Juro
por mis hijos que cuando ganó la UCR fui muy feliz, pensé que por fin
íbamos a vivir en una democracia. Pero ellos dijeron que yo era del
Proceso y no me dejaron trabajar. Fue algo terrible", relató
Lemercier sobre el gobierno radical.
"Me
crucificaron porque toda mi familia está en política. Pero yo no soy ni
María Julia Alsogaray, ni Adelina de Viola. Conocí a Carlos Menem en el
83 en ATC y mi madre llegó a ser secretaria de Estado y asesora del
Presidente".Fue por esa cercanía al ex mandatario que las revistas del corazón de
mediados de los 80 insinuaron que entre la artista y el riojano había un
romance. Pero eso fue desmentido por ella y por allegados al político.
En 1985, justamente durante una visita de
Lemercier a la casa del entonces gobernador en
La Rioja, Julia, la hija de la artista, resultó herida tras el ataque de un puma que tenía
Menem en su mini zoológico privado.
"Ese día el puma obró según su instinto y atacó ferozmente a la
pequeña hija de la conductora, de 11 años. El felino se abalanzó sobre
la niña y la hirió gravemente en la cabeza", describió el periodista
Jorge Rial en su libro Polvo de estrellas. La niña se recuperó y, en una entrevista posterior con la revista Tele-Clic,
Lemercier describió aquel episodio como
"el momento más triste" de su vida.
Durante los 90, con el peronismo en el poder y
Menem presidente por dos períodos consecutivos,
Lemercier volvió a la pantalla de ATC con ciclos infantiles como Cristina y sus amigos, Dulce de leche y Boomerang.
Pero
no se dedicó a trabajar únicamente para el público infantil. Antes
también había interpretado numerosos papeles en películas y series
televisivas como Alta comedia y Atreverse.
En 1992, la artista tuvo un problema serio de salud que la llevó a
perder más de 10 kilos y a ser intervenida quirúrgicamente en tres
oportunidades. Pero luego de la convalecencia se recuperó y volvió al
canal estatal.
En 1996, durante sus últimos meses de vida, llevó adelante allí un ciclo de entrevistas a grandes personalidades que se llamó A los que me quieren, en el que se pudo ver a Lemercier en otra faceta. Mientras agonizaba, tras aquel episodio que todavía sigue siendo un misterio para muchos, el canal emitió, casi a modo de homenaje, el último episodio que la conductora había dejado grabado.
Fuente:http://www.infobae.com/teleshow/infoshow/2017/09/17/el-tragico-final-de-cristina-lemercier-a-50-anos-de-su-debut-en-jacinta-pichimahuida/