Tras 60 años, revive el transbordador de La Boca retratado por Quinquela Martín
Miércoles 27 de Septiembre de 2017, 09:10
Puente Transbordador Nicolás Avellaneda.
El Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, uno de los ocho que quedan en pie a nivel mundial e ícono del barrio porteño de La Boca que supo retratar como nadie Quinquela Martín, será reinaugurado a fines de septiembre, tras permanecer casi 60 años en desuso y luego de ser sometido a un minucioso proceso de restauración y puesta en valor que respetó su diseño, aspecto y materiales originales.
La idea es que ese viaducto móvil, que conecta la ribera porteña del Riachuelo con la Isla Maciel y cuyo particular modo de funcionamiento desconocen las nuevas generaciones, vuelva a desplazar su barquilla de orilla a orilla trasladando transeúntes y vehículos como lo hizo entre 1914 y 1960, aunque ahora ya no se tratará de obreros fabriles y peones del puerto sino de turistas ávidos de nuevas experiencias.
“Estamos en la última etapa de esta restructuración, que terminaría a fines de septiembre o principios de octubre, porque estamos sólo a la espera de las lámparas led de funcionamiento independiente para el sistema de iluminación del puente, que no se fabrican en Argentina”, dijo Angélica Caro, inspectora de obra de Vialidad Nacional a cargo del proyecto.
La especialista explicó que la iniciativa de puesta en valor, que ya lleva más de cuatro años en ejecución, demandó una inversión cercana a los 25 millones de pesos.
Y si bien el proyecto “tuvo como premisa preservar la estructura original”, incluirá un componente inexistente hasta ahora:
“Un sistema lumínico que realza la estructura metálica”, similar al que tiene, por ejemplo, la Torre Eiffel de París
“Esto permitirá cambiar el color de acuerdo a las necesidades y el puente podrá adoptar, por ejemplo, los colores de la bandera de algún país o de un evento particular”, dijo.
La historia del puente
Inaugurado en 1914, el puente argentino tuvo por objetivo facilitar el flujo de los obreros desde y hacia el barrio isla Maciel de la ciudad bonaerense de Dock Sud, que por entonces circulaban preferentemente en bote.
El traslado en la canasta era gratuito, el servicio funcionaba entre las 6 y las 21 en tándem con una flota de botes que hacían el camino inverso, y podían cruzar al mismo tiempo 30 personas más el tranvía o cuatro automóviles. Los 77 metros de recorrido se cumplían en poco más de cuatro minutos.
El puente dejó de funcionar en 1960 y estuvo a punto de ser desmontado y vendido como chatarra en 1994, pero una movilización de vecinos lo impidió.
Gabriel Lorenzo, director ejecutivo de “Fundación x la Boca”, una organización que participó activamente a favor de su permanencia y fue además coautora del “Manual de Interpretación del puente”, que sirvió de base para el proyecto de puesta en valor, explicó que la idea es que la reinauguración se produzca en el marco del “V Congreso Internacional de Puentes Transbordadores”, que se realizará en septiembre en Buenos Aires y al que asistirán alcaldes de las ciudades europeas que cuentan con esos viaductos.
Lorenzo explicó además que varias organizaciones están trabajando para impulsar la candidatura conjunta de los ocho puentes como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco.
“Desde 2012 participamos en los distintos congresos internacionales de puentes transbordadores y en el último nos pusimos de acuerdo en que se iba a buscar que se los declare conjuntamente como Patrimonio de la Humanidad”, detalló.
Y completó: “La reinauguración del puente implicará revalorizar algo que significó mucho para el barrio, porque permitía la conexión con Avellaneda en tiempos en que el puerto estaba en apogeo y teníamos aquí 30 talleres navales y los cuatro astilleros más importantes”.