"Por más que me había bajado la presión y me sentía mal, cuando vi que me la traían los médicos se me borró todo", recordó sobre ese mágico instante.
"Es literalmente indescriptible, no lo digo de postura berreta. Es muy indescriptible la sensación. No me había pasado nunca. Sinceramente no le encuentro palabras para describirlo. Es una emoción intransferible"."Lola se porta muy bien. Nos estamos conociendo y venimos siendo buenas (se ríe). El jueves nos vamos a casa", finalizó D’Amato.