Aseguran que el buque-museo ARA Comandante General Irigoyen cuenta con Actividad Paranormal: video
Domingo 03 de Noviembre de 2019, 17:50
Luego de años de transitar por el camino de la investigación seria y responsable, en la búsqueda de pruebas tangibles y con metodología sustentable, a partir de tecnología más el aporte de la mediunidad, que surja un nuevo caso, importante, que pueda llegar a tener trascendencia y que involucre la historia reciente del país, es una forma de renovar votos, de volver a apostar por un trabajo inclaudicable, que sirva para aclarar y que deje pruebas fehacientes de que el fenómeno paranormal no es una mera enunciación.
Por eso, cuando los integrantes de Dogma-Argentina recibieron de parte de sus pares del creciente grupo G.I.P. San Pedro, de esa localidad bonaerense, la propuesta primero para hacer un caso en forma conjunta, y luego la certeza de que se había aprobado la investigación del buque ARA Comandante General Irigoyen, todos, incluso quienes iban a participar sólo desde la logística del caso, supimos que algo grande nos esperaba.
Es que este remolcador participó actívamente de la Guerra de Malvinas en 1982, y ya retirado es ahora un museo flotante, a cargo del Área de Cultura y Turismo de la Municipalidad de San Pedro. Fue ese ente el que autorizó la presencia de ambos grupos y la posterior difusión de lo recabado, por lo que estaremos eternamente agradecidos. Sentimos entonces orgullo, porque fue la primera vez que se investigó desde el fenómeno paranormal, un navío de la Armada de nuestro país. Y porque constituye una pieza de enorme valor histórico y primordialmente emotivo para todos los argentinos, que recuerdan con dolor y admiración a aquellos que cayeron defendiendo un ideal en nombre de la patria. Así, luego de trazar el plan de trabajo, la logística y de ajustar la coordinación, lo que llevó varios días, así como de la elección de los equipos que se iban a utilizar, la tarea se cristalizó en horas de la noche, entre el 8 y el 9 de agosto pasado, hasta donde acudieron siete investigadores de ambos equipos, que estuvieron por más de 9 horas en el barco.
Por eso mismo se recolectó innumerable material fílmico, fotográfico y
auditivo que llevó muchísimo tiempo de análisis. Y lo más importante:
se ratificó, con pruebas, que hay actividad paranormal en la
embarcación.
El pasado, presente
La gran mayoría de los investigadores participantes, en mayor o menos medida, acreditan dilatada experiencia en complejas investigaciones de hechos paranormales. Aun así, hasta que se llegó al puerto y se accedió al buque, en el seno del grupo no se había tomado una real dimensión de todo lo que este navío había recorrido, la cantidad de maniobras que había realizado y sobre todo, más allá que estuvo en la Segunda Guerra Mundial efectuando muchísimas participaciones, lo más fuerte para todos fue que había sido parte de la batalla de Malvinas del ´82.
No sólo como remolcador, sino nada más ni nada menos que en la tarea de rescatar náufragos cuando cayó en desgracia nuestro buque insignia, el ARA General Belgrano, fuera de la zona de exclusión de guerra. Con todo lo que aquello implicó. Por respeto a a quienes perdieron su vida en aquel trágico momento, así como también a los familiares de los caídos, se sintió un fuerte impacto emocional en el grupo dispuesto a investigar aquella noche. Fue tal la responsabilidad de estar ocupando o cubriendo parte de aquella historia, que no se pudo pasar por alto. En medio de lágrimas, al subir a cubierta los presentes sintieron una mezcla de respeto, cariño, agradecimiento y responsabilidad, además del compromiso como pilar para encarar seriamente el complejo caso. Cabe destacar que una de las primeras impresiones generales que sintió el grupo, a partir de sensaciones personales coincidentes, fue mezcla de angustia y notable tristeza. De hecho, antes de una recorrida general fue decisión unánime hacer un circulo, presentar los respetos y hacer un minuto de silencio por los caídos y por todo lo que había pasado en el ARA Irigoyen.
El sentimiento de congoja era tan grande que el brindar tributo, respeto y pedir permiso, era lo mínimo que se podía hacer, por aquellos que ya no están físicamente y que fueron parte de la historia del buque. Esas vivencias se repetirían a lo largo de la noche, cuando se sucedieron varios acontecimientos importantes y sensaciones que el grupo fue recolectando en cada pasada y en cada salida a investigar.
El plan de trabajo
Como ya hemos dicho, fueron siete los investigadores que actuaron en el caso, un número considerable, pero por varias razones, ya que el área a cubrir era significativa y porque la investigación era en forma colaborativa entre más de un grupo. En ese contexto, se decidió dividir la embarcación en cuatro partes: Proa, Popa, Sector Superior y Sector Inferior. De esa manera, siempre rotando los investigadores y en grupos de dos o tres personas como máximo, se fue recorriendo toda la embarcación y las áreas donde sucedían los hechos anteriormente mencionados.
Las numerosas recorridas realizadas a los cuatro puntos antes marcados, en grupos reducidos, todos munidos con la tecnología de avanzada que habitualmente utilizamos, tuvieron como objetivos primordiales no alterar demasiado el clima habitual del lugar.
La ubicación, en estratégicos puntos, de cámaras fotográficas y de videograbadoras fijas, al igual que grabadoras de amplio espectro, todas con activación automática ante cualquier anomalía, permitió un inmenso volumen de material, que luego debió ser debidamente analizado y cotejado, en la búsqueda de pruebas. No hay que olvidar que el buque es una enorme mole, que cruje, y aunque está estático tiene sus ruidos, olores, tiene vida propia.
Pruebas
A lo largo de las prácticamente 9 horas de investigación, se debe destacar que en todo momento y la mayoría de los investigadores sintieron como si fuera un cierto rechazo a lo que estábamos realizando. Como una molestia a que estemos allí, efectuando dicha labor. De hecho, esa sensación se reflejó en una de las pasadas donde se encuentran los motores del buque. Allí, luego de que los sensores marcaran presencias, ante nuestro requerimiento de hacer contactos de alguna manera la respuestas bien precisas fueron a través de golpes, en los que remarcaban que no querían ser molestados, por lo que nos retiramos y los dejamos en paz.
Esta prueba se puede comprobar al escuchar el audio y observar el video que en el informe final aparece como Evidencia (1).
Más allá de eso, estas fueron las pruebas encontradas:
- Se visualizó en cubierta una figura que corrió o se movió desde la proa hacia el lateral del barco.
- Se visualizó por segunda vez una figura que caminaba por el lateral contrarío hacia donde se encuentra la entrada.
- Se pudo percibir voces ajenas a el grupo, sin que hubiera otras personas en el lugar.
- Se oyeron ruidos indescriptibles, sin fuente aparente.
- Se produjeron cambio de temperatura (superiores a los 3° C), de lo que no pudimos encontrar fuente que los generara.
- Una investigadora que además es Médium pudo percibir en un momento dado una tristeza muy fuerte, brindarnos un nombre que pudo llegar a oír y contarnos que percibió que dicha entidad había decidido volver al buque después de su muerte.
Conclusión final
Más allá de las pruebas antes mencionadas, y de ese sentimiento de rechazo que se sintió, fue una investigación amena, tranquila, sin demasiados sobresaltos y concluimos la tarea correctamente, entrada la madrugada, cerca de las 5, cuando hubo concenso general de que ya había suficiente material para estudiar. Fue el momento de “despedirnos” de quienes habitan el buque. Entonces, nos alejamos de la embarcación con la sensación del trabajo cumplido y más que satisfechos.
Análisis del material
Tras haber evaluado toda la evidencia recolectada durante aquella noche y sumado a las experiencias personales, así como la información obtenida en el lugar, estamos en condiciones de asegurar que el ARA Comandante General Irigoyen cuenta con Actividad Paranormal.
Esperamos podamos concurrir en próximas investigaciones y colaborar a que aquellas entidades que habitan el buque encuentren paz y puedan seguir su camino. Las evidencias en este caso hablan por sí solas.
Evidencia Fotográfica
Utilizando una cámara que se utiliza para fotografiar animales en su hábitat, logramos captar en imágenes y video las siguientes secuencias si observan con atención, tanto en el video como en las fotografías se puede observar una figura de cuerpo completo que se mueve por la cubierta del barco.
Evidencia en Video
Una de las mejores evidencias en video que ha captado el grupo de investigación fue al instalar una cámara en la proa del barco, que se activa con el movimiento. La misma disparó la grabación de un video y logró captar una figura etérea que se movía de un lado hacia el otro, muy cerca del investigador que se encontraba colocando el dispositivo en su lugar.
Este hecho no es menor, ya que es sabido que los equipos de investigación, al intentar traducir al ojo o al oído humano aquello que no podemos ver u oír simplemente, suelen generar una ruptura, como si fuera una falla en el dispositivo.
En los audios suele salirse del canal audible normal y romperse el audio; en videos suele presentarse como una falla, traducida en lluvia o rayas. Si observamos el comienzo del video, esta anomalía se percibe claramente.
Ambos grupos de investigación, mancomunados, posado antes del inicio del trabajo que demando más de nueve horas.