San Valentín: el obispo que murió decapitado por casar en secreto a jóvenes enamorados en Roma

Viernes 14 de Febrero de 2020, 10:02





En el año 270 d.C., el gran imperio romano perdía sus esplendor bajo el mando del emperador Claudio III, quien veía como sus fuerzas militares perdían batalla tras batalla. Desesperado por la situación y creyendo que los hombres casados rendían menos en los combates por estar emocionalmente ligados a sus familias prohibió a los soldados casarse.

Pero entró en escena Valentín, un obispo cristiano que eligió poner su vida en peligro antes que desalentar el amor y comenzó secretamente a unir en sagrado matrimonio a las parejas de jóvenes enamorados que acudían a él.

Cuando Claudio III descubrió el secreto, mandó a llamar al religioso y le prohibió seguir con el rito.

Pero Valentín se negó y fue condenado a morir decapitado.

Mientras esperaba su muerte, uno de sus carceleros llevó diariamente a su hija Julia, ciega de nacimiento, a recibir lecciones de él sobre historia romana, aritmética y también sobre Dios.

Julia no tan solo aprendió a ver el mundo a través de Valentín, sino que también ocurrió un milagro y luego de muchas oraciones, la joven recuperó la visión.

Días antes de morir, el obispo le escribió una carta en la que le pidió que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De tu Valentín", iniciando sin saberlo, la tradición de escribir mensajes de amor en esta fecha especial.

Valentín murió el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentín para honrar su memoria.

Doscientos años más tarde, la iglesia católica celebraría el primer día de San Valentín, en honor al hombre que murió por volver realidad los sueños de amor de otros.