“El coronavirus como oportunidad”

Sábado 14 de Marzo de 2020, 12:55





Por Sergio Berensztein
TN


Después de valiosas semanas en las que se desestimó la amenaza del coronavirus y acompañadas por la típica improvisación que caracteriza desde siempre a nuestro sistema político, finalmente reaccionaron las autoridades argentinas. El pasado jueves, el mismo día en que se dieron a conocer diez nuevos casos de personas afectadas por el Covid-19 (que alcanzan un total de 34, con tres contagios locales y dos muertes), el presidente Alberto Fernández, a través de un DNU, declaró la emergencia sanitaria por el plazo de un año. En lo que fue su primera cadena nacional desde que asumiera el gobierno anunció, además, la suspensión por 30 días, a partir del 17 de marzo, de vuelos internacionales provenientes de los países afectados y de toda Europa, así como la obligatoriedad del cumplimiento de una cuarentena de 14 días a los que arriben en esos vuelos, bajo la posibilidad de ser denunciados penalmente si no la cumplen.

El discurso fue conciso y claro, con un tono pausado que tuvo como objetivo llevar tranquilidad a la opinión pública dando la sensación de que el Estado argentino estaba a cargo de la situación. En el final hubo un llamado a la unidad, tal vez un tanto voluntarista: “(para) demostrar que en los temas importantes estamos unidos. Seamos un país unido, en el que comprendemos que lo que le pasa al otro, nos afecta a todos”.

Efectivamente, a diferencia del aborto, la deuda o la inseguridad, este tema es el primero que prioriza el gobierno que no divide, sino que cruza a la sociedad en su conjunto: es un tema de interés general y de hecho constituye una preocupación de escala planetaria. Se trata de un tema complejo y al mismo tiempo de cierta comodidad para Alberto Fernández que tiene la oportunidad de definir una estrategia lógica y razonable, dada la gravedad de la situación.

Como adelanto de los datos obtenidos de una encuesta realizada ayer junto a D´Alessio- Irol, las medidas adoptadas y anunciadas por Alberto Fernández cuentan con la total aprobación de los ciudadanos, si bien hay críticas en cuanto a la demora para tomar cartas en el asunto.

Así, el 48% cree que son adecuadas y oportunas; el 46% cree que son adecuadas pero tardías; un 2%, que son exageradas y un 4% no responde. Si analizamos las respuestas según el voto en octubre, cuentan con el respaldo de los votantes del Frente de Todos: para el 76% son adecuadas y oportunas y para el 24% restante son adecuadas pero tardías. En cambio, los cuestionamientos son más notorios entre los opositores: para el 69% de los que votaron a Juntos por el Cambio y para el 55% que optaron por terceras fuerzas son adecuadas, pero tardías y sólo un 19% de los que votaron a Juntos por el Cambio y un 36% que optaron por otras fuerzas las consideran adecuadas y oportunas (Datos correspondientes a la medición online realizada el 13 de marzo de 2020 a 700 encuestados mayores de 18 años de todo el país).

Consultados respecto del compromiso que adoptarían los argentinos para colaborar con la situación y ante el llamado a la unidad nacional que hiciera el presidente Fernández al final de su discurso, el 43% cree que no se logrará; un 31% que habrá algunos avances en ese sentido; un 17% que habrá un gran avance y apenas un 7% confían que se logrará la unidad nacional. Por supuesto que la grieta se hace presente una vez más dividiendo las opiniones según el voto en octubre pasado: los electores oficialistas confían en que habrá mayor unidad, el 35% que se van a ver avances en ese sentido; el 26%, un gran avance y el 13%, que se logrará. Y, por el contrario, el 63% de los votantes de Juntos por el Cambio y el 40% de los que optaron por otras fuerzas, creen que no sucederá.

Por otra parte, como saldo positivo, el anuncio de las medidas para evitar la propagación del Covid-19 ayudó a quitar protagonismo a algunos conflictos que estaban agravándose, como el concerniente al paro del campo, que perdió centralidad mediática. Y que incluso pone en una encrucijada a sus protagonistas, a los dirigentes agropecuarios, en el sentido de cómo seguir instalando un tema cuando evidentemente hay otro que por su peso específico desplaza a cualquier cuestión, corriendo el riesgo de que, al hacerlo, sea leído como una postura completamente egoísta y desubicada por parte de este sector.

Por eso, este singular contexto ofrece una oportunidad al gobierno nacional para desescalar la cuestión y generar otra nueva instancia de negociación.

Además, un presidente que planteó la idea de la posgrieta y se ve a sí mismo como un puente entre distintas facciones puede aprovechar esto para generar mecanismos de coordinación con la oposición que pidió, por ejemplo, discutir medidas económicas para enfrentar la crisis. Puede incluirla en la conformación de un consejo de salud, una comisión de expertos o un comité de crisis. O bien relanzar el Consejo Económico y Social. También puede incluir a los gobernadores, a quienes ignoró en este esfuerzo, en parte porque la salud pública está descentralizada, pero es necesario que se de una directiva más estandarizada, combinada con las provincias al menos en el corto plazo, por ejemplo, en materia educativa, ya que algunas decidieron suspender las clases.

Es una oportunidad para que demostremos que estamos a la altura de las circunstancias, que cuando hay decisión política se dejan diferencias políticas, personales e ideológicas de lado. Lo mejor que podemos hacer es trabajar en conjunto, sector público, privado, nacional, provincial y empresarios. Pero lo más importante, es que es Alberto Fernández puede aprovechar el momento para instalarse en el centro de la escena política, reforzar su status como presidente y despejar cualquier duda respecto de quién está a cargo.

La capacidad del Estado se pone a prueba en estos casos límites y la verdad es que la Argentina, por lo general, se destaca por correr detrás de los problemas más que por ser un Estado que puede prever o disponer de recursos para que no escalen situaciones adversas.

El presidente Fernández tomó cartas en el asunto, comienza a dar una respuesta más sensata frente al avance del coronavirus, adoptando medidas en consonancia con el resto del mundo. Esperemos que Argentina actúe con la firmeza y seriedad que amerita esta pandemia, para que el Covid-19 no se convierta en un drama que exhiba una vez más el fracaso del Estado argentino, que se ha caracterizado tradicionalmente por su ineficacia en el desarrollo de políticas públicas.



Fuente: https://tn.com.ar/opinion/el-coronavirus-como-oportunidad_1042674