Cuánto gastan los tucumanos cuando van al supermercado y cuáles son sus prioridades

Domingo 14 de Diciembre de 2025, 06:35

BAJO PRESION. La mayoría de los consumidores consultados reconocieron que están insatisfechos con su poder de compra y afirmaron que esperan mejorarlo en 2026.



El consumo masivo termina 2025 bajo una fuerte presión: con salarios que no logran recomponer su poder de compra pese a la desaceleración inflacionaria, los hogares redefinen prioridades y ajustan gastos. 

Un informe reciente del Ministerio de Obras Públicas, basado en estudios privados y datos oficiales, confirma que el 62% de los consumidores redujo su presupuesto durante el último mes, mientras que la mitad de los encuestados dijo haberse quedado sin dinero antes de fin de mes. Además, el 57% reconoció estar endeudado, un incremento de siete puntos respecto del primer trimestre.

Estos recortes golpean especialmente al transporte por aplicaciones y a las salidas gastronómicas, actividades que el 70% dejó de consumir con regularidad. La fragilidad del presupuesto convive, sin embargo, con una mirada más optimista hacia 2026: el 53% de los consultados espera mejorar su capacidad de compra el próximo año, un contraste marcado entre la urgencia actual y la expectativa de recuperación futura.

Las visitas a supermercados también reflejan el ajuste. Según datos del INDEC, en septiembre las ventas a nivel nacional retrocedieron 0,8%. 

En Tucumán, pese a una mejora interanual del 18% en valores constantes, se profundiza la caída en la cantidad de operaciones: las 32 bocas relevadas registraron 817.883 compras ese mes, lejos del millón de transacciones que era habitual años atrás. Aun así, la venta promedio por ticket se ubicó en $ 33.739, por encima del promedio nacional.

En cuanto a las modalidades de pago, los tucumanos replican la tendencia federal: 44% de las compras se financiaron con tarjeta de crédito, 26% con débito y 16% en efectivo, mientras que el resto se realizó mediante aplicaciones.

Los aumentos más marcados del mes se registraron en “indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (53,4%), “carnes” (45,2%), “alimentos preparados y rotisería” (35,2%) y el rubro “otros” (34,8%). Un relevamiento nacional de Analytica confirmó que en noviembre el costo del changuito subió con mayor fuerza en provincias del norte, entre ellas Formosa (+3,3%), Santiago del Estero (+3,2%), Salta (+3,1%), Misiones (+3,1%) y Jujuy (+3,1%), además de Entre Ríos (+3,2%). En cambio, los incrementos más moderados se dieron en distritos patagónicos y en la Ciudad de Buenos Aires (1,8%).

Dentro de la canasta, la carne picada registró subas de entre 7% y 11%, mientras que las hamburguesas aumentaron entre 4% y 6%, con algunas excepciones. Las galletitas de agua mostraron leves bajas en 15 provincias, con descensos destacados en Catamarca (-3,5%) y Tucumán (-1,7%). En cuanto a los huevos, el precio se mantuvo estable en la mayoría de los distritos, salvo en Chubut (+2,9%), Santiago del Estero (+1%) y Tucumán (+1%).

El informe también revela importantes disparidades territoriales: el changuito más caro del país se encuentra en Santa Cruz ($851.133), mientras que el más económico corresponde a CABA ($772.386). En Tucumán, una compra mensual promedio ronda los $793.900, cifra que equivale al 76% del valor de la Canasta Básica Total de una familia tipo.

En este escenario, las familias ajustan al límite mientras esperan que 2026 traiga alivio. La brecha entre expectativas y realidad se vuelve, una vez más, el termómetro más sensible de la economía doméstica.