Natalia Oreiro recordó el insólito pedido que le hizo a Alejandro Romay en la novela Ricos y famosos: “Era una inconsciente”

Domingo 25 de Octubre de 2020, 09:36

Rodrigo Lussich y Natalia Oreiro



Natalia Oreiro llegó a Buenos Aires desde su Montevideo natal en 1994. Tan solo tres años después le dieron su primera gran oportunidad en la televisión argentina: Alejandro Romay le ofreció el papel de Valeria, el personaje principal de Ricos y famosos junto a Diego, interpretado por Diego Ramos. Sin dudarlo, ella aceptó y la tira se convirtió en un éxito rotundo.

Este sábado, Oreiro habló vía telefónica con Rodrigo Lussich en el programa que conduce por América, El show de los escandalones, y recordó aquellas épocas, cuando era una adolescente y ya se perfilaba para convertirse en una estrella. Según su testimonio, Ricos y famosos fue la ficción que la catapultó a la popularidad, incluso en Rusia, donde también es una celebridad. Además, reveló un insólito pedido que le hizo a Romay, y que él cumplió.

“Había llegado hace tres años de Uruguay y me dieron esa oportunidad, que era algo que no esperaba. Fue un protagónico total con Diego Ramos”, comenzó con sus recuerdos la exitosa actriz uruguaya.

Al ser consultada por Lussich si logró “mantener los pies sobre la tierra” al ser tan joven y recibir semejante propuesta laboral, ella contestó: “Si soy un pedo ahora, no sabés cuando era chica… Entraba a la oficina de Alejandro (Romay) haciendo la vuelta carnero. Fue una de sus últimas grandes producciones: creo que después de eso, se retiró. Fueron dos temporadas y yo participé en una sola, la primera. Las grabaciones tenían de todo, una escalera imponente, los helicópteros…”

En ese sentido, se refirió al pedido que le hizo al zar de la televisión: “Mirá qué inconsciencia la mía que le dije: ‘Hace tres años que estoy en Buenos Aires, necesito vacaciones’. Por suerte no paraba, pero no tenía días libres. Entonces me dijo: ‘Vos grabá esta novela porque es tu momento, pero elegí un lugar en el mundo que quieras conocer y nos vamos todos a grabar ahí’. A los seis meses le golpeé la puerta y le dije: ‘¿Recuerda, Alejandro, que usted me dijo…?’ Me dijo que sí y me preguntó a dónde quería ir. Le dije a Cuba”.

Siempre según el testimonio de Oreiro, Romay ni lo dudó y todo el elenco junto a los trabajadores de la novela viajaron a Cuba para grabar la recordada escena del casamiento de su personaje y el de Diego Ramos: “Hoy lo pensás y es imposible por los costos. Fue precioso, uno de los casamientos que tuvo Ricos y Famosos. Tengo hermosos recuerdos, al igual que del elenco: eran súper estrellas”.

De aquel casamiento ficticio, recordó: “El vestido me súper apretaba, yo estaba muy pulposa en esa época, y era muy llamativo. Me acuerdo que salió buenísimo pero fue una noche híper fría, eterna, y con Diego estábamos un poco asustados por el hecho de treparnos al globo aerostático (con el que se escaparon en la ficción)”.

“Hoy me sigo viendo con esas mismas energías, con esas mismas ganas de hacer. Creo que la perseverancia y las ganas en nuestra profesión o nuestra vocación, como me gusta llamarlo, es muy importante. Disfruto lo que hago, adoro tener colegas buenos, contar historias, disfrazarme… La verdad que el sentimiento sigue siendo el mismo. Me mudé en el ’94 a la Argentina, hace más años que vivo acá que en mi lugar de nacimiento, pero sigo teniendo esas mismas ganas de volver a empezar. Siempre, siempre hay algo nuevo”, concluyó la artista desde su casa, donde cumple con la cuarentena junto a su pareja, Ricardo Mollo, y su hijo, Merlín. /Infobae